El australiano Mitchell Pearce, quien juega para los Sydney Rooster, se encuentra metido en tremendo problema por un video que está circulando en Internet, en el que se le puede ver fuera de sus cabales e intentando tener relaciones con un perro.
La bochornosa escena se produjo después de que la estrella de la National Rugby League fuera rechazado por una mujer, quien le dijo que era lesbiana y que por ello no podía pasar nada entre ellos.
Tras ser rechazado, Mitchell quiso demostrarle a todos los asistentes a la fiesta que él no tenía ningún problema con la sexualidad, por lo que cargó a un perro y simuló tener relaciones con él.
Tras lo anterior la dueña del perro le pidió al jugador de rugby que se fuera de su casa, pues ya había ocasionado varios destrozos, como orinarse en uno de los sillones e incomodar a los demás invitados.
Aunque Pearce creyó que su conducta reprobable no saldría de esas cuatro paredes, la realidad es muy distinta y ahora tendrá que responder por sus actos, los cuales, incluso, podrían provocar el fin de su carrera.
“El club llevará a cabo una investigación interna para poder hacer más comentarios al respecto. La Unidad de Integridad trabajará con los Rooster para garantizar que el asunto es tratado adecuadamente”, se puede leer en el comunicado que elaboró su club para dar a conocer su postura sobre el escándalo del jugador de 26 años.
El exjugador neozelandés, fallecido en 2015, fue mucho más que un wing: fue la primera superestrella global del rugby moderno. Con 1,98 metros de altura, 125 kilos y...
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