Pieza importante de la franquicia argentina y de los Pumas, en 2013 el segunda línea llegó a practicar en el plantel de Chiefs, el adversario de esta tarde; no quedó por no saber inglés.
El rugby argentino vivirá esta tarde un momento importante en su historia. Y así como serán horas especiales para Jaguares, lo serán también para Tomás Lavanini . El segunda línea conoce el circo del Súper Rugby porque hace unos años tuvo una breve experiencia en Chiefs, la franquicia neozelandesa que se enfrentará con los argentinos en el estadio de Vélez.
Lavanini será titular tras cumplir una fecha de suspensión. “Jugar acá es algo único, que se disfruta con la familia y amigos que van a alentarnos. Es el torneo más duro de todos, tanto en lo físico como en el juego, que es muy dinámico. Sabíamos que iba a ser así y vamos adaptándonos partido por partido. Es algo nuevo para todos”, analiza el forward en diálogo con LA NACION.
La historia es poco conocida. En 2013, el hombre de Hindú tenía 20 años y deslumbraba por sus condiciones con los Pumitas en el Mundial Juvenil. El conjunto entonces campeón del Súper Rugby tomó nota y lo invitó a sumarse al plantel por una lesión de un segunda línea. “Estuve un mes, y fue muy intenso. Los entrenamientos eran durísimos y yo no sabía que existía esa clase de rugby. Esos muchachos corren mucho y tienen destrezas individuales impresionantes”, recuerda.
En la cuna del rugby mundial es ya una costumbre contratar a jóvenes promesas para formarlas con métodos propios. Allí Tomás se pulió como jugador. “Un entrenador de los All Blacks me dijo «vos podés ser malo, pero acá vamos a sacarte bueno». Progresé muchísimo y me ayudaron en muchas cosas clave para mi puesto, como el line; antes no saltaba ni me despegaba del piso”, especifica. Hoy, con sus 2,01 metros y 118 kilos, Lavanini es uno de los más completos en su puesto por potencia ofensiva, tackle, juego aéreo y recorrido.
El muchacho formado en Hindú sombró por su dedicación y su rendimiento en los entrenamientos. Cuentan que durante una práctica previa a los playoffs, el argentino hizo de sparring de los titulares. En una jugada salió de punta y sembró de un tackle al apertura y figura el equipo, Aaron Cruden. Todos se agarraban la cabeza y el argentino, que hablaba poco y nada de inglés, trataba de explicar que no estaba en offside. “Ya sabemos, pero vas a rompernos a todos los jugadores”, le contestaron, palabras más, palabras menos.
Si bien la intención era que firmara un contrato, consideraron que necesitaban alguien que se manejara mejor con el idioma. “De inglés no sabía nada, y paraba en la casa de unos mexicanos. Ya voy a agarrarle la mano de a poco”, sostiene hoy Lavanini, que entonces regresó a Hindú. Un par de meses después, Chiefs fue nuevamente campeón del Súper Rugby. Él no llegó a jugar ningún partido, pero la experiencia le resultó invalorable. Tanto que esta semana Tomás acudió a la concentración de Chiefs para saludar a los ex compañeros y a Dave Rennie, el entrenador principal.
Desde aquel viaje, la carrera del segunda línea tuvo un ascenso meteórico. Fue citado para el Rugby Championship, firmó con el parisiense Racing Métro y se convirtió en pieza fundamental de los Pumas con apenas 22 años. Su consagración llegó en el Mundial de Inglaterra, cuando fue una de las revelaciones. “Espero que para este torneo todos seamos figuras”, desea.
A menos de dos años de aquel paso por Chiefs, Tomás se da el gusto de debutar en la liga más exigente de este deporte. Las condiciones cambiaron: se entrena en el país y lo hace con varios de sus compañeros de los Pumas. Claro que con la idea de forjar una identidad diferente a la del seleccionado. De club, más que de una franquicia superprofesional.
“Tratamos de que los del interior no se sientan tan solos porque ellos, si bien están en la Argentina, no están en sus provincias con sus amigos y familias. Tratamos de juntarnos dos veces por semana, ir a tomar café o simplemente vernos, ir al club”, cuenta. El lunes, por ejemplo, fue con Nicolás Sánchez, Matías Moroni, Santiago González Iglesias y Guido Petti a la Bombonera, donde vieron el triunfo de Boca sobre Unión.
Lavanini será titular en el conjunto dirigido por Raúl Pérez y Felipe Contepomi luego de cumplir una fecha de suspensión por juego sucio en el debut, ante Cheetahs. “Me dio mucha bronca porque dejé con uno menos al equipo. Es un detalle por aprender y corregir. Por suerte, me bancaron tanto compañeros como entrenadores”, sostiene quien tiene fijo en la mente el partido de esta tarde: “Creo que va a ser muy fluido y rápido. Tenemos que estar bien en los primeros 20 minutos, porque es entonces cuando pueden hacerse fuertes. Debemos jugar nuestro rugby, sin salir de nuestro sistema”, cree.
En sus primeras dos actuaciones, Jaguares demostró que el Súper Rugby no le queda grande. Por eso hay quienes se entusiasman con que la franquicia argentina dé pelea hasta el final. Como él: “Tenemos que confiar en nuestro juego, seguir entrenándonos como estamos haciéndolo e ir corrigiendo partido tras partido. Ni digo lo de la garra, porque el equipo siempre la pone. Me tengo fe”, se esperanza.
Por Agustín Monguillot | Para canchallena.com
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