Martín Landajo disfruta lo mejor de ambos mundos

El medioscrum de Jaguares y Los Pumas Martín Landajo está contento de haber podido disfrutar del rugby amateur y del profesional.
ugby del país.
Orgullosos de su status amateur, este inicio señaló la intención del rugby argentino de ser un jugador serio en el rugby internacional.
Landajo fue uno de un grupo pequeño de jugadores que participaron de aquella transición mientras Los Pumas buscaban capitalizar su tercer puesto obtenido en Francia en Rugby World Cup 2007. Agustín Creevy, Leonardo Senatore y Lucas González Amorosino participaron de aquel comienzo.
Antes, Landajo estaba feliz de jugar por el amor al rugby y hasta había dejado de lado opciones de ser profesional.
“Nos trajeron un contrato para que firmáramos pero nos negamos todos ya que lo que queriamos era jugar para nuestros clubes; de haber firmado no hubiéramos podido hacerlo. Entonces, en vez de un contracto nos dieron una beca que, para mis 20 años, era mas que suficiente para cubrir mis necesidades y no me consideraba profesional,” cuenta Landajo.
Los tiempos cambian
No pasó mucho tiempo para que Landajo entendiese que había cosas que debían cambiar.
“Al gimnasio había ido solo un mes cuando me seleccionaron para ir al primer Mundial M20 en Gales en 2008,” recuerda. “El primer mensaje que nos dieron fue que necesitamos mejorar físicamente y eso para mí fue un gran cambio.”
Ese punto quedó mas que claro en ese primer año de los Centros de Alto Rendimiento. “Con los Argentina Jaguars – el seleccionado elegido por quienes seguían en el país – veníamos de ganar la Churchill Cup en Denver y fuimos de gira a Europa. En Dublín, perdimos por 40 puntos contra Irlanda A. Me acuerdo estar sentado en el vestuario que o cambiaba o me volvía a mi club, CASI. Muchos hicimos ese mismo click.”
Landajo siguió jugando para su amado Club Atlético San Isidro mientras jugaba en distintos seleccionados nacionales hasta 2011. Pero desde 2012 solo jugó seis partidos, todos en 2014, cuando un hueco en el calendario le permitió regresar a sus raíces.
“Estoy feliz de haber tenido la suerte de jugar seis años para el primer equipo de mi club, donde hice amigos de por vida y disfruté mucho entrenando martes y jueves y los terceros tiempos los sábados. Habiendo después jugado al rugby profesional en el mas alto nivel, tuve la suerte de disfrutar lo mejor de los dos mundo.”
Mejor preparado
La escena cambió mucho desde que su padre, Ricardo, jugó 14 veces para Los Pumas en la misma camiseta número 9 entre 1975 y 1981. Y reconoce cambios desde que el se unió al alto rendimiento.
“Lo que ha cambiado desde que todo comenzó es cuanto mejor preparados están los jugadores de 20 años. Entienden mejor el juego, están mejor físicamente y tienen fenomenales habilidades ya que vienen trabajando en los centros desde chicos,” explica.
“En lo que están perdiendo es en la oportunidad de jugar para sus clubes. Todos venimos de un club y aprendimos a amar el rugby en ellos, pero una vez que sos profesional, se extraña la vida habitual del club.”
Como un valioso miembro de Jaguares, la recientemente formada franquicia argentina del Super Rugby, el medioscrum de 27 años nuevamente se encuentra en un momento iniciático.
Landajo apoyó dos tries en los cuatro partidos jugadoso por Jaguares en el torneo – un triunfo y tres derrotas. Habiendo superado la marca de 50 caps durante RWC 2015, es uno de los jugadores de mayor experiencia. “Jugar Súper Rugby es increible. Duro pero fantástico,” concluye.
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