El CRC Madrid se quedó con la Copa del Rey al imponerse en la final al Cajasol Ciencias por 26-34 tras un emocionante encuentro, con lo que los de Regis Sonnes consiguen el doblete tras haber ganado hace tres semanas el título de Liga.
Es el noveno doblete que se consigue en la historia del rugby nacional, segundo para los madrileños, que habían logrado el primero hace ya 38 años.
Con este triunfo, el conjunto madrileño no sólo revalida el título copero y suma su décimo título en el torneo del K.O., sino que confirma que es sin duda el mejor equipo nacional del momento, ya que le ha ganado los dos títulos nacionales a los otros dos ‘grandes’ de nuestro rugby, Cetransa El Salvador y Cajasol Ciencias.
La final comenzó con mucha igualdad y mucha pelea por parte de ambos equipos, sólo rota por el golpe anotado por Kurt Moraht a los tres minutos. Pero poco duró la igualdad, ya que el CRC empezó a marcar distancias en sus dos primeras aproximaciones a la zona de 22 rival. En el primero Canosa aprovechó el hueco en la zaga sevillana tras liberar Feijoó un ‘maul’, transmitir a Sempere y el zaguero fijó a su defensor y cedió a su compañero; y en el segundo Gurgenazde posó bajo palos tras una jugada de empuje del paquete madrileño. El francés Bousquet aprovechó las dos conversiones, así como el golpe que tuvo -a pesar de los antideportivos ‘pitos’ de parte de la afición sevillana al patear-, mientras Morath anotó el segundo suyo.
El partido parecía encarrilado para el CRC, pero sin embargo los madrileños se complicaron la vida en la recta final del primer tiempo, pasando del 6-17 al 19-17 para el Ciencias, gracias a dos nuevos golpes de Morath, que no falló un solo tiro a palos en toda la final evidenciando por qué ha sido elegido el jugador más regular de la Liga, y un ensayo transformado de Pinto, tras una gran amague, aunque, eso sí, tras un posible ‘avant’ de Sam Harding. Y encima, el CRC no sólo se marcharon a vestuarios con el marcador en contra, sino con un hombre menos por la exclusión temporal de Gurgenazde, por una falta de disciplina, en el último minuto.
Tras el descanso y pese a jugar diez minutos con un hombre menos, el CRC supo aguantar bien las acometidas sevillanas, incluso desperdició un sencillo golpe por medio de Bousquet para ponerse en ventaja. Sin embargo, ésta la logró poco después y ya no la soltó. Sempere sacó partido al gran trabajo de su delantera para romper por el eje profundo y devolver la ventaja al campeón liguero. El ensayo, transformado por Bousquet, llegó justó después de Pablo Feijóo y Chema Bohórquez se tuvieran que marchar al ‘sin bin’ por un intercambio de golpes entre los dos compañeros de selección.
El zaguero madrileño, tras su ensayo, siguió adquiriendo protagonismo, ya que cinco minutos después lanzó un ‘up and under’ altísimo sobre la línea de 22 rival que aprovechó Canosa para dar un gran salto en carrera y ‘robarle la cartera’ al zaguero Corey Smith, que se quedó con el molde. El segundo ensayo del centro madrileño también fue convertido y el 19-31 parecía dejar sentenciada la final.
Con todo en contra, el Ciencias tiró de orgullo y empezó a encadenar largas fases de ataque que eran continuamente repelidas al llegar a la zona de 22 visitante. Pero en una de esas acciones, llegó el ensayo científico por medio de Juan González a alta de seis minutos y la conversión del infalible Morath ponía la emoción, pues los anfitriones de la final se quedaban a un ensayo de empatar el partido.
Pero entonces apareció el oficio, la experiencia y el saber estar del campeón que no sólo controló perfectamente el oval, obligando a los sevillanos a jugar en su propia 22, sino que en el descuento sentenció el título con un drop de Sempere que puso la guinda a su gran actuación desde casi 50 metros para el 26-34 final.
El seleccionado galo se despedirá de la ventana internacional de noviembre, este viernes frente a Los Pumas en París. Si bien hay varios jugadores que de a poco...
Leer Más