Luego de la primera experiencia de Jaguares en el Super Rugby, Daniel Hourcade abrió la posibilidad de que muchos de estos jugadores pasen a otras franquicias del hemisferio sur en la próxima temporada. “Irse a Europa es dar un paso atrás”, dijo Huevo que no ocultó su fastidio por el alejamiento de Paz y León Novillo.
Si hay un elemento que distingue a Hourcade de otros entrenadores que pasaron por el seleccionado argentino es su poder de convicción. El head coach tucumano entendió a la perfección el proyecto que delineó la UAR para esta nueva etapa y apuesta por un plan de trabajo a largo plazo que entregue sus frutos en Japón 2019.
Con ese objetivo en la mira, pero sin descuidar los compromisos inmediatos, el head coach comienza a palpitar una nueva edición del Rugby Championship. “Llegamos de una manera distinta. Tuvimos a nuestros jugadores jugando todo el año juntos y en otro ritmo a diferencia de lo que ocurría en años anteriores. Ese calendario diferente nos hacía dar muchas ventajas sobre los rivales. Al estar en la mismas condiciones, siento que llegamos mucho mejor. Nuestros jugadores han tenido un crecimiento individual impresionante. La mayoría jugaron 15 partidos en el más alto nivel y eso te da un crecimiento más allá de los resultados obtenidos. Ahora hay que tener la capacidad de capitalizar ese crecimiento y ponerlo en cancha para que se refleje en Los Pumas”.
– A partir de ese buen trabajo que se realizó durante esta temporada, ¿no tenés miedo de perder a tus jugadores franquicia?
– Mientras se vayan a otra franquicia del hemisferio sur no hay ningún problema porque lo que nos preocupaba pasaba por el tipo de juego y el calendario. Si un jugador decide irse a otro lugar, es una decisión personal que nosotros respetamos. La partida de Cubelli, por ejemplo, nos dio una opción en la franquicia para que Bertranou o Ezcurra tengan su chance. Irse a Europa, en cambio, nos da una desventaja muy grande y sería volver a dar un paso atrás.
– Joaquín Paz y Juan León Novillo decidieron dejar el sistema y tenían potencial para afirmarse en los Jaguares. ¿No debería haber un plan que los contenga?
– Me imagino que lo habrán pensado bastante porque son dos jugadores por los que apostamos e invertimos mucho durante este tiempo. Pasaron por todos los seleccionados y obviamente nos hubiese gustado que se queden, pero quizás ellos ven que no tienen oportunidades, a pesar de que Joaquín jugó cinco partidos. A mí se me va el aguatero y no me gusta. Lo que digo es que trabajamos muchos años con estos jugadores y en el momento que están para empezar a utilizarlos deciden irse. No me gusta, pero no pasa nada.
– ¿Hay alguna forma de evitar la sangría?
– Los que son contratados tienen cláusulas de rescisión, pero cuando un club fuerte tiene un interés puntual, paga la penalidad y se van. Más allá de los números, el contrato y lo que diga la ley, yo me refiero al sentimiento de lo que implica jugar acá. Hoy quizás no tengan lugar porque hay otros, pero tampoco tienen la paciencia para esperar esa chance. Entiendo lo deportivo y lo económico, pero no es lo que me gusta.
– Y si ahora perdés muchos jugadores que parten a otros equipos del hemisferio sur, ¿la franquicia no pierde competitividad?
– No, en absoluto. Hay una base de jugadores muy buena y si bien siempre pueden influir los cambios de un jugador al otro, estamos tranquilos en eso. Lo mismo ocurrió con aquellos jugadores que se formaron en Argentina, que pasaron por el PladAR, y luego saltaron a Los Pumas. Montoya, De La Fuente, Cordero, Montero y Tuculet en su momento tenían una diferencia con los habituales titulares, hasta que empezaron a ser ellos los que se ganaron ese puesto. Tenemos materia prima y muchos jugadores que todavía no tuvieron la oportunidad.
– Como entrenador de Los Pumas y pensando exclusivamente en el seleccionado, ¿Te sirve más que estos jugadores se vayan a jugar a otras franquicias del hemisferio sur?
– Por un lado sí y por el otro no. Si ves lo que pasó con Cubelli esta temporada que está teniendo mucho más minutos de lo que hubiese tenido en nuestra franquicia, está bueno porque nos dio chances de probar otros jugadores. En cambio si lo analizás colectivamente te digo que no, porque el hecho de estar juntos te hace crecer y te permite conocerse más.
Por: Esteban Chamas (@echamas)
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