Viajó a Nueva Zelanda para vivir una nueva experiencia de vida combinando su pasión por el rugby. Hoy se ganó un lugar en su seleccionado provincial y está a un paso de disputar la ITM Cup, el mayor torneo a nivel local después del Super Rugby. Conocé la historia de Luciano ”Beco” Diez, oriundo de Chaco y ex jugador de Córdoba Athletic en la cuna de los All Blacks.
– ¿Cómo comenzó la travesía en tierras neozelandesas ? ¿Viajaste con el objetivo de la ovalada desde un principio y por eso la elección del país?
– Estaba buscando más que nada una experiencia de vida y si venía de la mano del rugby mucho mejor. Empecé a ver a donde me iba y pensé en países con rugby, se me ocurrían del hemisferio Sur: Sudáfrica, Australia o Nueva Zelanda para venir e intentar jugar. Santiago Sánchez, un chico que jugaba en otro club de Córdoba ya había hecho algo parecido y me recomendó hablar con Michael Rogers, una persona que me dio una mano por medio de ‘Santi’. Me consiguió un club en la isla Sur de Nueva Zelanda que juega en la Premier, lo que sería la primer categoría del país y así fue como comenzó todo, no muy organizado ni planeado pero salió de la mejor manera posible.
– ¿Cómo fue la adaptación, no sólo al estilo de juego sino también a otro idioma y cultura?
– Con el idioma no tuve problemas porque venía con conocimientos de inglés y después con los kiwis, como se les dice a los neozelandeses, todo espectacular. Ahora trabajo en el campo en unos viñedos, algo muy similar a lo que hacía en Argentina junto con mi familia en el Chaco donde nací, después me mudé a Córdoba para estudiar así que soy prácticamente criado en el campo agrícola/ganadero.
– ¿Algo que te haya sorprendido en lo que va de tu experiencia?
– Me sorprendió muchísimo el nivel de hospitalidad que tuvieron conmigo. En ningún momento me sentí solo. El primer mes viví con una pareja de acá que ya tiene a todos sus hijos viviendo en otra casa y aparecí como un hijo más chico. Después me consiguieron donde vivir pero esa familia son como mis padres kiwis, paso los fines de semana con ellos. En Argentina la gente no es tan confiada o tan amorosa, se ve pero muy poco. En base a mi experiencia el nivel de tranquilidad que tienen y de compañerismo es increíble.
– Estrictamente en lo que es rugby, ¿notaste alguna diferencia?
– Creo que la diferencia que sentí es la velocidad y capaz que la rudeza con la que juegan. La palabra que los describe cuando juegan es que son muy guapos, se la bancan. Tienen una muy buena lectura del juego, son ásperos cuando tienen que ser ásperos y sutiles cuando tienen que serlo.
– ¿Encontraste alguna explicación a por qué los mejores jugadores del mundo salen de esas tierras?
– El seleccionado creo que es el mejor porque invierten, es como el fútbol en Argentina, el rugby acá. Ojalá los jugadores de rugby en nuestro país cobren los cachés de los jugadores de fútbol. ¿Cuánto cobrará Nico Sánchez por jugar un test match comparado con lo que debe cobrar el Kun Agüero? Le dan manija desde la parte económica, acá son super atletas, los tienen como caballos de carrera en un box con todas las comodidades entrenando. Invierten en sus jugadores y eso se refleja en la cancha.
La diferencia va por el lado económico principalmente, el club donde jugaba por ejemplo, Córdoba Athletic, es muy poca la ayuda que recibe y el club nos da lo que tiene. Acá no, todos tienen las últimas pelotas, los últimos chalecos, etc. Se invierte, se le da bola al rugby porque saben que si lo fomentan desde chiquitos y junto con su cultura después tenés chicos jugando en todos lados. La popularidad es la diferencia, en Argentina todavía no es tan popular como acá.
Otra diferencia es que acá son todos muy patriotas y se mueren por ser All Blacks, allá todos nos morimos por ser Messi entonces nos equivocamos de deporte (risas).
– Ahora contame de tu experiencia en el club de allá y cómo se te abrieron las puertas del seleccionado regional de Tasman.
– El equipo donde estoy está en la provincia de Marlborough y el torneo lo jugamos junto a la provincia de Tasman. La cuestión es que el club donde estoy yo, East Coast Rugby, surgió de la unión de Waiatere y Kaikorua, dos clubes que se juntaron para ser más competitivo así que es nuevo y recién está disputando su primer temporada. La verdad que no nos fue tan bien por este tema, imaginate lo que es unir dos equipos que no se conocían, creo que entonces no nos fue como esperábamos. Perdimos varios partidos consecutivos, ganamos un par, empatamos uno pero siempre con altibajos.
En la mitad del torneo fui seleccionado para participar en unos trials para los Makos de Tasman que disputa la ITM Cup. No quedé en la selección final pero logré meterme en una lista de nueve jugadores como medical joker para recurrir por si hay algún lesionado. Ahora tengo que jugar el torneo provincial con los Tasman Red Devils, así es como se llama al equipo, para seguir en movimiento por si algo pasa en los Makos. Es un lindo torneo contra las provincias de Canterbury, Otago, Nelson, Southland y East Coast para no perder ritmo.
– No sólo se te dio la posibilidad de jugar sino también de entrenar a juveniles tanto en el club como en el U20 del seleccionado. ¿Cómo se fue dando?
– Yo en Córdoba daba una mano con el rugby infantil y me encanta ayudar a los chicos. Acá empecé colaborando una de las divisiones del club todos los viernes. En una reunión de rugby infantil, el coordinador de mi club comentó lo que estaba haciendo, elogiando mi trabajo y eso llegó a los oídos de la unión. Un día fui a preguntar por un curso de coaching, averiguar cuando se daban los cursos de la Unión y me dijeron que tenían una propuesta para mí. Me ofrecieron ser parte del staff de los Makos Under20 dándole una mano al manager para que esté involucrado con el rugby ya que los cursos arrancaban el año que viene. Ese laburo lo empiezo en agosto, siendo empleado de la unión de rugby de Tasman con sede en Blenheim.
– ¿Cómo sigue la travesía en el futuro y de qué manera se procesa todo lo que te fue pasando?
– Planes a futuro no tengo muchos, no espero nada, simplemente voy disfrutando. Trabajo en una granja que es algo que me encanta, una experiencia de vida increíble ya que he conocido al verdadero Nueva Zelanda con los compañeros que son esquiladores, trabajando con las millones de ovejas y los border collie corriéndolas. No estoy con mi cabeza al 100% en el rugby, lo tomo como un hobbie, es mi gran pasión deportiva. Esto me ayuda a que mi cabeza no esté tan cargada porque si me pongo a pensar que si entro en la ITM Cup y que después lo que hay arriba ya es el Super Rugby y estaría jugando un nivel abajo que jugó René Ranger entonces me vuelvo loco. Dejá, por ahora pasos cortos pero seguros.
Gentileza – http://minuto80.com/
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