Impulsado por la merma que vieron en sus ingresos por el nuevo formato del Super Rugby, ambas franquicias neozelandesas pretenden cambiar el actual sistema de juego con vistas a la próxima temporada.
Luego de una temporada que ratificó el dominio de las franquicias kiwis en la máxima competencia del hemisferio sur, los principales dirigentes de Crusaders y Hurricanes presionan para realizar drásticas modificaciones en el torneo.
El reclamo será escuchado en la reunión que la SANZAAR tiene programado para la próxima semana en Sydney, donde estarán presentes entrenadores y CEO de los 18 equipos que forman parte del certamen y cuyo temario pasará por evaluar el formato actual.
Al parecer, el pedido se sustenta en la drástica baja de simpatizantes en los estadios que incide en los ingresos televisivos de cada franquicia. Más allá de que el certamen fue perdiendo interés en la última década, la abundancia de partidos aceleró el declive.
Los Directores Ejecutivos de los Hurricanes y Crusaders, Avan Lee y Hamish Riach, pretende un formato de juego más amigable y una revisión en la tabla de posiciones. Vale destacar que Blues, que no accedió a la instancia decisiva y fue último en su conferencia, terminó arriba de otros 7 equipos que tampoco disputaron las finales.
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