El scrum es una formación que me gusta ‘referear’. Lo tomo como un desafío. Intento analizar antes del partido a los equipos para entender cómo son los jugadores con los que me voy a encontrar”, comenta Federico Anselmi, árbitro internacional que este año debutó en el Super Rugby, uno de los certámenes más exigentes del mundo.
Sin encontrarle una explicación a las lesiones, Anselmi asegura que la integridad física de los jugadores es prioridad en todo momento, tanto en el juego como en el scrum mismo. “Para un árbitro que recién comienza, lo primero que se enseña es a saber manejarse en el scrum y ese es el momento del partido donde uno está más atento”, le cuenta a Clarín.
El juez, que a pesar de sus 34 años tiene una vasta experiencia sobre sus hombros, explica cómo son los procedimientos en plena formación del scrum: “Tanto en juveniles como en los planteles superiores, cuando existe algún tipo de riesgo, ya sea el impulso hacia arriba o un colapso donde alguno de los dos equipos sigue empujando, uno trata de tocar el silbato lo más fuerte posible para prevenir cualquier situación que lleve al scrum al derrumbe o hacia arriba”.
Tal es así, que a nivel internacional, donde el promedio de lesiones medulares es parecido, en la World Rugby y en la SANZAR cuentan con Balie Swart, especialista y ex pilar de la Sudáfrica campeona mundial en 1995, que colabora, asesora y analiza a cada árbitro en su procedimiento en la formación fija más significativa y riesgosa a la vez.
Fuente: Clarín.com
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