Los All Blacks fueron demasiado para los British & Irish Lions en el primero de tres tests a disputarse en tierras kiwis.
El equipo de Graham Henry venció en el Jade Stadium de Christchurch a los muchachos de Woodward por 21-3 anotando dos tries en el camino. La mala noticia es la lesión de O’Driscoll en su hombro; para el centro será el fin de la gira.
Más allá de la valiosa victoria de los neocelandeses, la mala noticia para el capitán del combinado británico se lleva toda la atención. Una de las razones principales es cómo la contrajo.
A sólo 90 segundos del kick off, Tana Umaga y Keven Mealamu le metieron terrible un doble tackle y le dislocaron el hombro al irlandés. La famosa Doble Nelson quedó hecha un poroto al lado del viaje que se comió O’Driscoll. Esta acción motivo una queja formal al comité de disciplina veedor del encuentro por parte de los Lions.
Tal vez el golpe anímico que significó la pérdida de su capitán apenas comenzado el encuentro pueda explicar el dominio de los locales. No hubo manera de detenerlos lanzados en velocidad.
El temible ataque de los All Blacks, el dominio de territorio y posesión, la agresividad de sus gordos; todo fue demasiado para los visitantes, que se vieron atados de pies y manos a la hora de conseguir puntos.
Daniel Carter -autor de 11 puntos con el pie- y compañía abusaron de sus rivales. Casi sintiéndose inferiores, no hubo marcha atrás para los Lions. Además, dos de sus atacantes predilectos, Stephen Jones y Jonny Wilkinso, sucumbieron y desaparecieron ahogados por la marca negra.
Ryan Jones fue uno de los pocos visitantes que salvó las ropas con su actuación. Reemplazó a Richard Hill, lesionado también -se retiró a los 18 minutos en muletas-, y fue uno de los pocos que inquietó a la defensa local.
Para los kiwis la cosa fue distinta; pueden encontrarse figuras en todas sus líneas. Tana Umaga se mostró firme en defensa y certero en ataque, fue el mejor de los del fondo. Pero las figuras de la cancha fueron forwards: Chris Jack y Ali Williams. Los dos lungos fueron claves en el line. Atajaron todo lo que pasó volando en la hilera y le dieron pesadillas a sus números opuestos.
Además, para Ali hubo yapa. Su try coronó una noche estupenda. Corrió bien con la pelota en las manos, fue peligroso en el suelto y tackleó una barbaridad. ¿El mejor partido de su carrera? Si no lo fue, le pega en el palo.
Sin herramientas ni control en las formaciones -el line de los All Blacks fue exquisito-, Clive Woodward no le encontró la vuelta al partido. El próximo choque será en Wellington. El coach de los Lions deberá quemarse los sesos pensando en cómo anular a estos brillantes hombres de negro.
Fuente: Rugby & Fun
http://www.rugbyfun.com.ar/index.php?m=news&a=detail&id=2420