El equipo de Don Torcuato marcó nueve tries para apabullar a Rosario por 64-15.
Sí, este Hindú se pareció a Hindú. El que arranca aplausos en cada movimiento ofensivo, el que golpea con la contundencia de sus backs, el que batalla con ese pack abrumador. Sí, el de ayer se pareció más a esa versión habitual del equipo de Don Torcuato. Y el que sufrió esa recuperación de la memoria fue Atlético del Rosario, ocasional víctima, que cayó abrumado por 64-15. Se trata, por cierto, de la mayor cantidad de puntos que Hindú le anotó a este rival en un partido (la anterior marca databa de abril de 2003: 59-0).
Con nueve tries, lo de Hindú fue una demostración de poderío, de que si sigue en ascenso. Es prematuro, por supuesto, pero una actuación como la de ayer levanta el espíritu, acrecienta la confianza. En especial, cuando tiene algunos puntos altos: Mariano Lorenzetti, con el empuje, el tackle, el despliegue, esa forma de estar en todos lados; Manasa Fernández Miranda, manejando al equipo con las manos o con los pies para llevarlo hacia delante, y muy efectivo en los intentos a los palos (8 de 8), y Juani Gauthier, que cada vez que tuvo la pelota en las manos generó peligro para el Atlético.
Todo ello, a pesar de que el partido mostró dos facetas. La primera fue la de un match equilibrado, sin tantas diferencias, más allá del score. Ese fue el primer tiempo, en el que Plaza mostró un juego bien aceitado, con buenos movimientos a partir de una certera obtención. De hecho, la primera conquista del partido fue rosarina: tras una salida de 22 de Hindú, el Atlético armó un ataque de varias fases en el que Dallafontana terminó tirado en el ingoal. El equipo visitante bosquejaba algunas acciones interesantes, pero algunos errores de handling lo hicieron incapaz de sacar más puntos en ese lapso favorable.
Hindú surgía como más contundente para marcar. Cada vez que atacaba, volvía a su campo con puntos. Para ello, tuvo una gran tarea de desgaste de los forwards, que apostaron por el juego corto en el primer tiempo. Por eso, a pesar de la paridad en el desarrollo, el primer tiempo terminó con un parcial de 34-15 para el equipo local.
Con el trabajo aplastante de los forwards ya avanzado, Hindú demolió a su rival en la segunda mitad, con ese juego poderoso de sus backs. De principio a fin fue un dominio implacable de los de Don Torcuato. Es más: Atlético casi no pisó el territorio rival y no sumó ningún punto más. Fue una demostración de contundencia que mereció un sinfín de aplausos y la satisfacción de todos los que la lograron.
Lorenzetti y los forwards
“El trabajo de desgaste que hicimos con los forwards, dio resultados en el segundo tiempo”, explicó Mariano Lorenzetti, de Hindú. El segunda línea Emiliano Dallafontana analizó el presente de Atlético del Rosario: “Nos falta mucho, estamos abajo de varios equipos”.
Fuente: Diario La Nacion
Por Diego Quinteros
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