Francisco Sansot, back cordobés, estaba a full con su debut como titular en el CASI. Pero apenas arrancó el match contra Champagnat debió salir lesionado. El ex Urú Curé de Río Cuarto deberá esperar para estar entre los XV de la cebra.
El destino es así, impredecible. Y sino pregúntele al fullback Francisco Sansot, sobrino del ex Puma Martín, quien luchó a capa y espada para jugar en la Primera del CASI, pero a los 12 minutos del encuentro ante Champagnat debió dejar la cancha a causa de una lesión -lo reemplazó el centro Francisco Vidal Bazterrica y el wing Franco Fasano pasó de 15-. “Mucha mala suerte. Ya durante la semana había tenido una contractura, había sentido algo, pero no creí que fuera tan grave como lo que se vio el sábado. Es más, el jueves pasado me entrené como para romperme, porque no quería que me sucediera lo que finalmente pasó. La verdad es que por eso pensé que estaba bien, pero en el primer pique me tironeé. Ya me dijeron que es un desgarro”, le cuenta el back a Scrum.com, luego de su frustrado debut en el primer equipo académico.
Pero stop, recontra stop. Y explicación correspondiente. ¿Por qué decimos que Sansot peleó con uñas y dientes para que este primer partido se concretara? Le explico. Lechuza es cordobés y hasta comienzos de 2008 se desempeñaba en Urú Curé de Río Cuarto. Pero tras el torneo Argentino de ese año decidió mudarse a Buenos Aires para poder estudiar administración de empresas. Y claro, ahí surgió el problema. Con el viaje ya concretado, el talentoso tres cuartos eligió al CASI para mostrar sus habilidades, pero a la Unión de Córdoba no le gustó demasiado el cambiazo y le pidió una suma importante de dinero para otorgarle el pase. “Por este tema estuve siete meses parado, pero por suerte nos pusimos de acuerdo y pudimos sacar algo positivo de todo esto. Lo último que deseaba era quedar mal con la Unión cordobesa, porque siempre me dio todo”, explica.
-¿El problema lo manejaste con abogados?
-Sí, hubo un juicio civil de por medio. Y cuando éste se estaba por definir a mi favor, decidimos arreglar para que no quedara un precedente judicial. Yo quería jugar al rugby y nada más, pero la bola de nieve fue creciendo…
-¿Pusiste algo del dinero que te solicitaban?
-No, nadie puso nada. Todo terminó bien.
-¿El CASI cómo trató todo este problema?
-Espectacular. El club me abrió las puertas de par en par y, por eso, mi adaptación fue sumamente rápida. El plantel me bancó mientras no pude jugar y por eso le voy a estar eternamente agradecido.
Por Ramiro Guillot
Scrum.com
