Clara y contundente. Así podría resumirse la victoria que consiguió ayer Duendes sobre Universitario de Santa Fe por 50 a 5 en el marco de la cuarta fecha del torneo Regional del Litoral, certamen donde una vez más está en juego la Copa Volkswagen.
Al conjunto verdinegro le bastó sólo con los primeros cuarenta minutos para definir el pleito a su favor y cosechar además un importante punto bonus (por marcar más de cuatro tries). Varios fueron los argumentos por los que se llevó este holgado triunfo: fue equilibrado en todas sus líneas, tuvo una sólida defensa y cuando aceleró marcó diferencias.
Universitario de Santa Fe, en tanto, tuvo un buen arranque. Tuvo control de pelota e intentó hacerse fuerte a través del scrum -quizás su mejor arma-, pero careció de los elementos para contrarrestar el mayor oficio de los verdinegros que, con una maquinaria bien aceitada, ayer hizo “las delicias” de sus seguidores.
En ese arranque prometedor de Universitario, Duendes empezó a sacar las diferencias. Y lo hizo por el lado de los backs, moviendo la pelota, con un try de Román Miralles, cuando el reloj todavía no llegaba a los cinco minutos.
Fue un golpe duro al que los santafesinos supieron sobreponerse. No bajaron los brazos y siguieron buscando los caminos al ingoal. Estaban en plena tarea cuando volvieron recibieron el segundo revés. De una pelota recuperada dentro del propio ingoal, nació el segundo try. La jugada no tuvo escalas, fue de ingoal a ingoal y tuvo de todo: pases, amagues, carrera. Una definición con todas las letras.
De a poco Duendes se fue haciendo el dueño de la pelota y con ella empezaba a hacer estragos. Cada vez que aceleró fue un verdadero suplicio para la defensa santafesina que tuvo que redoblar los esfuerzos para poder frenar tanto ímpetu. Con el correr de los minutos las diferencias se hicieron más marcadas.
Duendes funcionó con la perfección de un reloj. Marcó el ritmo del partido y llevó cada instancia al terreno de su conveniencia, bien guiados por Pablo Gulino y Leandro Bouza.
Sin sobresaltos Duendes seguía acrecentando su figura con un despliegue formidable de todos sus hombres pero que tuvo a Máximo Boffelli como el abanderado.
A los 34, forwards y backs hilvanaron una muy buena jugada que terminó con Leandro Bouza apoyando bajo los palos. Try, bonus y más de medio partido por delante. Un panorama verdaderamente más que alentador para los verdinegros que no mostraron fisuras y jugaron como mejor lo saben hacer y como más les gusta. Y siguieron sumando con un try de Maxi Nannini que bajó el telón del primer parcial.
En el complemento la lógica levantada de un equipo obligado a quemar las naves y el lógico juego distendido de otro que había logrado el objetivo emparejó las acciones hasta promediar el período. A partir de allí Duendes volvió a tener el control de las acciones y llegaron los tries de Gorosito, Cadenazzi y el segundo de Leandro Bouza en su cuenta personal y terminó rubricando un partido que hacía rato lo tenía como dueño.
Por Pablo Mihal // Diario La Capital (Rosario)
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