Carta de un lector para CORDOBAXV

El pasado fin de semana el rugby de Córdoba tuvo otra víctima de una acción cobarde en uno de los partidos de primera división. Gerardo Isaia, jugador de La Tablada, sufrió doble fractura del tabique nasal y triple fractura del maxilar superior en la zona de la órbita del ojo. Nicolás, hermano de Gerardo, quiso expresar su posición y envío a CORDOBAXV la siguiente carta.
“El motivo de la presente carta es comentarle a la gente ligada al rugby un hecho que en lo personal, y siendo ex jugador de rugby que me llena de indignación.
El día Sábado 15 de agosto cuando transcurrían 12 minutos del primer tiempo, mi hermano, Gerardo Isaia, jugador de la primera división de La Tablada, sufrió dentro del campo de juego, una agresión artera y cobarde que seguramente lo va a alejar del rugby. Un jugador de Bajo Palermo decidió que era mejor pegar una trompada apañado por la impunidad que otorga el tumulto provocado por un ruck, que tomar la pelota y divertirse jugando, algo que no se si es capaz de hacer.
Esa trompada le provocó a Gerardo doble fractura del tabique nasal y triple fractura del maxilar superior en la zona de la órbita del ojo.
Por supuesto que como habitualmente sucede en estos casos, el partido continuó, y mi hermano siguió jugando hasta los 60 minutos del partido, ya que según le dijeron a la vera de la cancha de Bajo Palermo, que era solo un golpe y que podía continuar jugando…
Quienes nos conocen a los “Isaia” saben que mi viejo, nos acompaña desde siempre a todos lados, que no sabe nada de rugby, pero ha visto más partidos que cualquier dirigente o entrenador de Córdoba, y no saben la tristeza que como familia tenemos encima. Yo había llegado con mi esposa y mis hijas a lo de mis viejos unos minutos antes que Gerardo y mi padre lleguen de la cancha, y les puedo asegurar que es muy feo ver llegar a tu hermano de jugar un partido de rugby, algo que yo extraño todos los sábados de mi vida, con la cara toda rota, ver a tu vieja largarse a llorar de la bronca, a tu hija asustarse y esconderse abajo de la mesa “por que el tío estaba lastimado” y lo peor de todo, por primera vez después de 23 años que mi viejo tiene viendo rugby acompañándonos a nosotros, escucharlo decir “que deporte de mierda”, y encima no tener una sola p… palabra para controvertir su frase, por que saben que, en ese momento tenía razón.
A partir de allí lo llevamos a la Clínica Humana adonde a través de una radiografía nos informaron de las fracturas en la nariz y lo derivaron a partir del tenor del golpe al Cardiológico para que le hagan una TAC. El sábado a la noche cuando todos deben haber estado de joda después del partido, con mi viejo y mi otro hermano Sebastián, estuvimos en la clínica, a donde Gerardo tuvo que pasar la noche. Ahora estamos esperando que el martes que viene lo operen para ponerle una placa de titanio en el ojo y otra en la nariz. De más esta decir hasta unos días después de la operación no va poder pisar el estudio.
Lo peor de todo es que de parte del Club Bajo Palermo, Gerardo no recibió ni un llamado, ni de la comisión directiva, ni de los entrenadores, ni del capitán, ni mucho menos del agresor, quién evidentemente es muy cobarde ya que no solo se mando la “cagada” en la cancha sino que tampoco tuvo los huevos a 5 días del hecho para levantar el teléfono y pedir disculpas, las cuales seguramente hubiesen sido aceptadas. Solamente se comunicó con el un ex compañero de la Facultad que juega en la 1º de ese club.
Sinceramente, y una vez más hablando como ex jugador de rugby, creo que este tipo de personas deben ser erradicadas de las canchas, ¡basta de clubes que los apañen y festejan sus acciones!, por mi parte espero que la unión actúe de oficio dictando una sanción ejemplificadora alejándolo por muchísimo tiempo de las canchas.
Por último a la gente que estaba en la tribuna del Bajo y mientras atendían a Gerardo, festejaban la trompada y le gritaban que era un cagón por estar en el suelo, les propongo que prueben lo lindo que es festejar un try o una linda jugada, hasta un buen tackle, van a ver que después de hacerlo nunca más van a festejar este tipo de agresiones.
Espero que sepan entender la bronca que tengo adentro”.
Un abrazo.
Nicolás Isaia