Con una suerte de muleto que en la realidad no fue tal, Tala derrotó a Córdoba Rugby por un claro y contundente 37-17.
Con esta victoria, la escuadra albinegra dejó en claro que, pese a haber sufrido algunas bajas por lesiones (Eduardo Harlouchet tiene quebrada la mano izquierda), la suspensión de un año que le aplicaron a José Basile por ser expulsado en el Nacional de Clubes y un descanso para Gastón Graco, está listo para encarar la tercera fase del torneo que ganara el año pasado.
Para convencer a propios y extraños que la mística está inalterable, los dirigidos por Martín Gil y cuatro más sólo necesitaron tomarse muy en serio el compromiso ante el 15 del Liceo, que jugado por jugado, necesitaba dar el gran golpe, con bonus incluido, para seguir en carrera.
Así fue que más allá de que hace un par de fechas que la clasificación a la ronda siguiente estaba firme en lo más alto de la tabla de la Zona A, es que Tala aceptó el convite de rasparse leal, pero de lo lindo, con todo aquello que, con forma de ser humano, vistiera de azul y negro.
De allí que el chisporroteo pintara a ser del bueno en cada intento por lograr la posesión, al punto que tal paridad de fuerzas se reflejó en el 11 a 3 arriba con que los dueños de casa se tomaron el primer respiro.
Hasta ahí, la puntería de Pablo Graco para convertir dos penales y el oportunismo de Facundo Soler para invadir el in goal, reflejaron como en ráfagas lo que había ocurrido en esa primera porción de partido.
Para la segunda mitad, Tala explotó a pedido de su cuerpo técnico y, en 13 minutos, Nicolás Rivas, Marcos Lobato y Pedro Garzón sumaron de a cinco como para despejar alguna duda.
Por suerte, Córdoba Rugby no se entregó nunca, como que entre los 26 y los 35 minutos Lucas Alessandri se les coló en el in goal, demostrando que ellos, también, tenían el corazón intacto pese a quedar afuera.
Fuente y Foto: La Voz del Interior – Nota: Victor Cuello
http://www.lavozdelinterior.com.ar/2005/0904/deportes/nota354619_1.htm
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