En M20 el Palermo Bajo derroto a Universitario por 21 a 10 y aspira a clasificarse a las semifinales.
Terminó el partido y el festejo de Palermo Bajo parecía interminable. Hasta los padres, que habían sufrido desde fuera de la cancha, explotaron con el pitazo final de Augusto Agüero. Es que con su victoria del domingo ante Universitario por 21 a 10, el conjunto de Los Boulevares está a un paso de clasificarse a semifinales en la división menores de 20 años.
Si bien no fue su mejor partido, los conducidos por la dupla Mauricio Ferreyra-Tomás Brower de Koning se las ingeniaron para vencer ajustadamente pero merecida a su rival.
El caluroso mediodía en el Club Palermo Bajo fue el entorno perfecto para un partido disputado al máximo (hubo actitud de sobra) y con errores por parte de ambos equipos.
El primer tiempo favoreció ampliamente a los locales, que realizaron una buena lectura del juego e impusieron condiciones. A poco de comenzar, el apertura Guillermo Jamargo inauguró el marcador con su try, y la posterior conversión de Rodrigo Palacín llevó los números 7 a 0 a favor del Bajo.
El descuento de la U llegó con un penal de Agustín Vaccari, pero estuvo lejos de empujar al equipo estudioso, puesto que fueron los locales quienes sintieron el impacto y trasladaron el juego a campo contrario. De esta forma, con una buena obtención, los de camiseta bordó imprimieron mayor continuidad a su ataque y desestabilizaron a la defensa rojiblanca que volvió a sufrir otro try, esta vez a manos de Palacín.
Para la segunda etapa, disminuyeron las fuerzas de ambos equipos y el partido se tornó un tanto lento e impreciso.
Universitario elevó su nivel y emparejó la batalla de los forwards. A partir de allí, la obtención de pelotas de mejor calidad le permitió generar peligro y en uno de sus embates el centro Vaccari anotó el try del descuento. Sin embargo, sólo sirvió para decorar el resultado ya que la defensa de Palermo Bajo se encargó de bloquear todos los accesos a su in goal.
Sobre el final, el pie del medio scrum Palacín puso cifras definitivas a 80 minutos en los que, si bien el rugby quedó en deuda, la actitud y la entrega de ambos equipos conformó a todos.
Fuente: Suplemento Rugby & Golf – La Voz del Interior