En el caso de las lesiones cervicales agudas, hay quienes tuvieron un desenlace negativo y otros que, por el buen manejo médico o, simplemente, la buena fortuna, lograron reponerse de manera absoluta.
En el caso de las lesiones cervicales agudas, hay quienes tuvieron un desenlace negativo y otros que, por el buen manejo médico o, simplemente, la buena fortuna, lograron reponerse de manera absoluta. Dentro de este último grupo se encuentran Felipe Contepomi y Alberto Vernet Basualdo, dos jugadores con un pasado común: ambos se lesionaron vistiendo la camiseta de los Pumas.
Felipe Contepomi sufrió una lesión de tejidos blandos (hiperflexión de la columna vertebral), que no tuvo consecuencia para la médula ni las vértebras. El traumatismo se produjo cuando hizo el pescador (jugada en la cual quien limpia un ruck cubre la pelota en posición oblicua con la cabeza en el suelo), en la derrota de los Pumas frente a Gales por 35 a 20, en junio de 2004.
“El que limpió se me tiró encima, me sonó la columna y sentí un fogonazo, en el momento se me durmió el hombro y no podía mover la mano derecha”, explicó Contepomi.
“En un primer momento tuve mucho dolor, pero estaba tranquilo continuó; después de los estudios, lo que sentí fue alivio.” Sobre la decisión de seguir jugando, el apertura expresó: “Tuve suerte porque podría haber sido peor, pero nunca se me cruzó por la cabeza dejar de jugar. No se puede entrar en una cancha con miedo; los rugbiers tenemos que tener una preparación física adecuada; éste es un deporte de contacto y para eso hay que estar bien entrenado”. El mellizo hizo referencia a los aspectos del juego que hay que modificar para evitar este tipo de lesión. “Hay que penalizar al que se tira de cabeza en las formaciones; tenemos que ser muy estrictos en la penalización de esa actitud.”
La vuelta a la cancha luego de sufrir un golpe de esa magnitud no es fácil. El jugador de Leinster relató su experiencia: “Hice una muy buena rehabilitación y tomé la determinación de olvidarme del tema. Lo increíble fue que en el primer partido, con la primera pelota que agarré hice el pescador… Lo importante es no jugar con miedo”.
Alberto Vernet Basualdo, hooker de Alumni, se lesionó en su primer partido como titular (debutó en el test-match frente a Sudáfrica en 2004, ingresó en el minuto 8 del segundo tiempo) en el seleccionado nacional triunfo frente a Japón 68 a 36, el 23 de abril pasado.
“La lesión fue por el tackle de tres japoneses, dos arriba y uno abajo. Pasó que entré erguido y al chocar se me produjo un desplazamiento de las cervicales quinta y sexta con el disco. En el primer momento sentí electricidad en el cuerpo, no tenía fuerza para levantarme, pero tenía movilidad en las extremidades, a los 30 minutos recuperé la sensibilidad. La verdad es que en un principio no entendés nada de lo que te pasa contó el «Oso», y te preguntás: «¿Qué me pasó?». En mi caso, me contaron lo que había sucedido a los pocos días; por suerte, todo salió muy bien”.
A diferencia de Contepomi, el primera línea dudó de su continuidad en el rugby: “En un principio pensé en dejar, pero después de analizarlo bien entendí que esa decisión no la podría sostener porque iba en contra de mi naturaleza. A mi edad [23 años] no puedo dejar de jugar; seguramente el miedo pasará rápido”.
A la hora de pensar en la vuelta al ruedo, Vernet Basualdo no puede dejar de agradecer a todos los que estuvieron a su lado en el proceso de recuperación que aún hoy continúa. Sólo podrá volver a jugar en marzo próximo. “La verdad es que hoy estoy bien gracias a Mario Larraín médico de los Pumas , que me realizó una operación en la cual me unieron las vértebras lastimadas con una chapa de titanio y el disco me lo reemplazó con parte de mi cadera; de esta manera quedó como un solo bloque fijo. Además del apoyo que recibí de mi familia y amigos”, contó.
Respecto de lo que habría que modificar para evitar las lesiones, dijo: “Hay que concientizar a los jugadores sobre el comportamiento que hay que tener dentro de la cancha, sobre todo en el scrum. No hay que cambiar las reglas; tenemos que educar”.
El objetivo para el “Oso” es claro: “La meta es volver a jugar en marzo. A la lesión y al tiempo de recuperación ya los digerí… Ahora espero tranquilo”.
Fuente: La Nación.com.ar