Al ex capitán de Los Pumas, Lisandro Arbizu, le seduce la idea de ser entrenador. “Me gustaría tener una experiencia con un staff profesional y poder aportar lo que sé”, dijo el ex jugador de Belgrano Athletic. ¿Teléfono para la UAR?
Hoy dedicándose a trabajar para una consultora de recursos humanos en Francia y como figura destacada en el Rugby Surf Camp, que estará el próximo fin de semana en Mar del Plata, el histórico back del seleccionado argentino dejó en claro que, más allá de su tarea actual, le gustaría meterse en el rol de head coach.
“Me encantaría, ahora estoy en otro mundo, con otra mentalidad laburando en Francia para una consultora de recursos humanos, con empresas y demás. Me mantengo con el rugby con chicos de 7 a 17 años, pero obviamente me gustaría tener una experiencia con un staff profesional y poder aportar lo que sé”, dijo Arbizu.
El talento formado en Belgrano, por otra parte, aseguró que la integración con las potencias del hemisferio sur significa para Los Pumas “la oportunidad de entrar en el sistema, en la elite del rugby” y habló también de sus años como jugador y sus inicios como capitán del seleccionado, con apenas 21 años.
“Lo que me tocó jugar, lo jugué un montón. Empecé muy chico, a los 18 con el seleccionado, a los 21 como capitán. Tenía gente con mucha más experiencia, mayores. Es un tema cómo uno asimila y llega a ser un líder del seleccionado nacional”.
“Hay muchas cosas implícitas y explicarlo no es tan fácil. Yo era un ejemplo en la cancha, más que en un discurso. Yo era un líder carismático y entraba en el mundo de mis compañeros para poder compartir cosas, miedos, momentos de inquietudes. Me acuerdo en las giras de poder hablar con los grandes, con los más chicos… Se creó un núcleo fuerte de jugadores”, recordó en diálogo con Radio Vorterix.
Dándole vital importancia al aspecto mental, Arbizu destacó: “asimilar las adversidades es muy de Argentina. Por el sistema. En ese momento (década del ’90) la diferencia con los presupuestos de la Federación Francesa o inglesa eran abismales. A veces son buenas las barreras, no tanta ayuda, poder adaptarse a momentos difíciles. Hoteles no tan buenos, comidas no tan buenas, fríos, no tanto confort. Te puede llevar a ser más fuerte individual o colectivamente o al revés”.
“Como capitán, algo pasó en mí (en 1999). Teníamos las riendas de nuestro futuro. O abandonamos porque está todo mal o por ahí nos venimos más fuertes. Salió naturalmente. Yo creía enormemente en el compromiso de los jugadores y de mis compañeros. Estaba para ir sin entrenador”, recordó sobre la conflictiva preparación para la RWC de Gales.
“El eslogan de Argentina es garra, huevo y corazón. Pero también éramos lúcidos, oportunistas, nos animábamos, nos sacábamos los miedos juntos. A nivel defensa no éramos los más grandes, pero había una sincronía entre nosotros que con la mirada sabíamos que no iban a entrar, había una explosión de confianza muy grande”.
En tanto, sobre su acercamiento al surf y el trabajo para incorporar aspectos de la disciplina en jugadores de rugby, Arbizu aseguró que ambos deportes tienen “muchos puntos en común: la adaptación al mar, la visión periférica, entrar todos juntos, la parte motora, la explosión del cuerpo para pararse en la ola, como cuando tackleamos y rápido nos reposicionamos. Me pareció buenísimo que chicos del rugby tengan esta experiencia para la parte física y mental”.
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Foto: www.sudouest.fr
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