A estas alturas, Tafí del Valle ya puede ser considerada una extensión del parque De la Joven Argentina. Las siete finales consecutivas son una prueba incontrastable de que Huirapuca (en esta ocasión, Unsta) juega en los cerros tucumanos con la misma confianza y solidez que lo hace en Concepción, donde vencerlo siempre es mucho más difícil.
La Copa de Oro “Club LA GACETA” (tercer título en cuatro años y el cuarto en toda su historia) es la recompensa a un equipo que se toma muy en serio la modalidad reducida, que como se dice, bien podría ser considerada un deporte distinto del rugby de 15. Las técnicas, las estrategias, la importancia de las destrezas, la sabia administración de las energías, la velocidad, el aprovechamiento de los espacios…muchas cosas cambian.
Eso sí, esta vez no le fue tan sencillo como el año pasado a “Huira”, y quizás por eso la cuarta conquista tiene un sabor extra. Varios equipos llegaron con planteles de primer nivel a tratar de destronarlo. Al final, el que más cerca estuvo de tumbar al gigante fue Tucumán Rugby, que bajo el nombre de Fioretti-MAB se le paró de frente y le peleó de igual a igual en una final de oro tensa a más no poder.
Ambos se dejaron la vida al momento de defender y por eso la chapa no se movió del 0 hasta el final. Completamente exhaustos tanto uno como el otro, el más mínimo error en la marca costaría la derrota. Y el que lo cometió fue el “Verdinegro”: Isaías Montoya Bellotto, un emblema de este Huirapuca multicampeón de los valles, fabricó el espacio y le dejó el centro abierto a Gabriel Herrera para que éste corriera hacia el ingoal. No hubo ni siquiera intento de conversión porque la avalancha humana se lanzó hacia la cancha para abrazar a los campeones.
“Isaías me da el pase, yo sólo tuve que correr y apoyar. El 80% del try es de él”, señaló “Larva” Herrera. “Lo curioso que yo sabía que había muerte súbita, pero en ese momento no me acordé. Pensé que con el try pasábamos a ganar pero seguíamos jugando, y cuando vi la avalancha de gente que se venía, me di cuenta que habíamos ganado. Un nerviosismo total, creo que voy a dormir como tres días seguidos”, contó Gabriel. No es para menos: los empates no son comunes en las finales del Seven (esta fue la segunda en los 20 años del torneo) y por momentos parecía que los de Yerba Buena estaban a punto de dar la estocada.
La Copa de Plata quedó para Prensa Obra Social (Córdoba), que le ganó 14-12 a Forratec-Condiser (Tigres), mientras que la de Bronce fue para Hotel Colonial (Universitario), tras derrotar 24-0 a Yerba Buena Ciudad Jardín (Jockey Club Tucumán).
Por Federico Espósito
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