Para muchos es el mejor primera línea que tuvo el rugby argentino, y el término indicado es primera línea porque en una trayectoria notable de quince años en Los Pumas empezó de pilar izquierdo, con solo 18 años, fue figura como hooker y se retiró, nada menos que ante los British Lions, jugando de pilar derecho. Siempre es un placer hablar de rugby con Federico Méndez.
Su primera impresión, sobre la actualidad del juego, no es tan positiva: “Está un poco aburrido. Hoy el 100% de los jugadores de nivel internacional están al límite de su capacidad física y al ser un deporte de contacto hay muchos golpes, pero además el juego se ha puesto muy monótono, parecido al rugby league. Hay mucho contacto y pocas variantes. También en todos los niveles hay mucha obediencia, demasiada. Es como que hay pocos lugares para mucha gente y entonces los que están dentro del sistema no se animan a sacar los pies del plato, como que tienen miedo de salirse de la estructura para no quedar afuera”.
En el mismo tono, el hombre del Mendoza RC analizó: “Siguen prevaleciendo las defensas y todos juegan a lo mismo, entonces todo se ha equiparado, por ahí hacia abajo. Resulta medio monótono ver los partidos, no es un rugby tan entretenido y es como que faltan estrellas. Esto lo digo con todo respeto y viéndolo un poco por encima, porque hoy estoy afuera”.
Rápidamente, el ex jugador de Sharks, Bath, Northampton, Begles Bordeaux y Western Province, explicó. “Una vez, con Nacho Fernández Lobbe estuvimos con Santiago Solari y nosotros le decíamos: “En el Real Madrid ganan mil veces más pero por lo menos nosotros nos divertimos”. Hoy es al revés, los futbolistas no estás más de 4 horas en el club y los rugbiers por ahí están 9 horas. Y hay un nivel de exigencia terrible, los chicos entran en el sistema a los 17 años en las academias y a los 5 años solo el 30% tiene un contrato profesional. ¿Y el resto?”.
La mirada de Méndez va más allá del rugby argentino: “Estuve el año pasado en la final de la Currie Cup con Gary Teichmann, que es el CEO de los Sharks, y me decía que todos los años baja el 15 o 20% la asistencia de público porque el espectáculo está muy monótono. Me parece que habría que hacer una mirada más global de hacia adonde está yendo el juego”.
Respecto de la actualidad del rugby argentino, con una franquicia desde hace 3 años en el Súper Rugby, Federico destacó: “Yo luché en su momento para que eso pase y creo que es la mejor salida pero lo ideal sería que haya por lo menos dos franquicias. En un ideal yo tendría dos franquicias argentinas y con aporte de jugadores y entrenadores de afuera. Que sea un equipo argentino, con entrenadores argentinos y que de ahí se alimenten Los Pumas me parece endogámico. Lo mismo pasa con el sistema del Pladar, me parece que ha sido muy bueno en algunas cosas pero hoy el camino a Los Pumas es solamente a través del Pladar. Los que salen de Los Pumitas y siguen en el sistema son los únicos que están capacitados para llegar a Los Pumas. Ahí empezás a ver que entre esos chicos y los que están en Los Pumas hay una brecha que se nota sobre todo en la primera línea, salvo Zeiss o algún otro caso excepcional que llegaron por otro camino. El rugby en la Argentina es un rugby amateur, con reglas de rugby profesional, solamente están capacitados para llegar a Los Pumas los que están en el Pladar y el resto está lejos”.
“En 2005, cuando me retiré en Sudáfrica por una lesión en el cuello, tuve una propuesta para entrenar el scrum de los Springboks. Estuve cerca pero el primer partido era justo contra Los Pumas y creo que fue una buena decisión. Si bien después entrené en el club y en el seleccionado de Mendoza, analizándolo hoy no me veo con el buzo y la exigencia de ser entrenador. Como dirigente hoy no es mi momento por mi trabajo y mi familia, pero no lo descarto”.
La Liga Sudamericana, planificada para 2020, es una opción que aparece en el futuro del rugby continental y según Méndez: “No la he estudiado bien pero puede ser una opción buena. El problema de Argentina, de siempre, sobre todo para el Interior, es que los 200 o 300 mejores jugadores tendrían que jugar entre ellos todos los fines de semana. Hoy tenés una diferencia muy grande entre los que están en el Pladar, que se entrenan bárbaro pero no juegan sino que los fines de semana se mezclan con el resto. Y los que están en la punta de la pirámide es al revés, juegan demasiados partidos entre Jaguares y Pumas. Unos juegan poco y otros demasiado. No estoy en contra de lo que se ha hecho, ha sido un gran avance, se ha traído a los mejores entrenadores como Ledesma, Quesada y Nicolás (Fernández Miranda) que han dado un salto de calidad, pero el sistema todavía tienen algunos puntos flacos. La Liga Americana serviría para ampliar la base y que más jugadores tengan mejor competencia. Pero sería bueno un aporte extranjero para darle otro punto de vista y sin ninguna duda hay que darle lugar a los jugadores que están en Europa que han sido un aporte històrico para Los Pumas y un condimento siempre muy valioso en todos los seleccionados nacionales a los que les ha ido bien en los mundiales”.
Mario Ledesma, Gonzalo Quesada, los hermanos Fernández Miranda, son todos ex compañeros de Federico en Los Pumas y hoy están a cargo de Los Pumas o de Jaguares: “Los veo muy bien, con el nivel y la experiencia necesaria. Fue muy buena la decisión de Mario de llevar a Nico para interpretar mejor la idiosincrasia del jugador argentino, Gonzalo Quesada viene también con una experiencia muy grande. Creo que es lo mejor que podemos echar al asador. Por ahí hay 2 o 3 más a ese mismo nivel, pero mejor que ellos no hay nadie para esos puestos”.
Las falencias del scrum argentino son un tema recurrente y Fede es una voz más que autorizada sobre el tema: “Es una suma de muchos factores. Hay falta de jugadores, por lo mismo que hablábamos antes. Los jugadores van de Los Pumitas a Los Pumas y la franja de jugadores de 25-26 años es como que está muy alejada. Después la UAR tuvo en su bajada de línea, en el proceso de formación de jugadores, un scrum francés (con Bergamaschi) con detalles como los segundas líneas agarrándose por abajo. Y por último, en los clubes durante años se le dejó de dar importancia, se dejaron de formar jugadores y entrenadores de scrum”.
Sobre las soluciones que ve factibles, indicó: “La clave está en la técnica de empuje coordinado y a eso después hay sumarle la adaptación a las reglas nuevas, el buen uso del canal 1 y otras variantes. Por lo que veo hay mucho por mejorar. También es cierto que no hay tantos grandes pilares como hubo en otras épocas, pero se puede mejorar. Hoy, más allá de dominar en el scrum, si lo perdés es una fuente de penales en contra que es tremenda y además el jugador argentino, por idiosincrasia, si pierde el scrum pierde psicológicamente la posibilidad de dominar el partido”.
Luego, agregó: “También estan las reglas argentinas del scrum que que son muy sui generis. Hay algo a nivel internacional que viene desde hace años en la World Rugby y es la discusión con algunos que quieren eliminar el scrum, incluso por un tema económico porque en los equipos profesionales gran parte del presupuesto se va en los primeras líneas. Son luchas históricas y algo de eso hay acá porque es una locura que tengamos reglas únicas. Aparte es peligroso que en un mismo partido haya scrum de verdad en las 5 yardas y de mentira en todo el resto de la cancha. Se hizo una reunión de notables pero en realidad la regla ya estaba escrita”.
De todos modos, siendo más optimista, aclaró: “Mario (Ledesma) lo ha encarado bien y llamó a Diego Cash para ayudarlo. También la UAR hizo un llamado para buscar un entrenador de scrum y está Julio García en Argentina XV, que es alguien que sabe del tema. Se está yendo por un buen camino”.
La piña contra Inglaterra
“Fue una locura. Yo tenía 18 años, había debutado una semana antes en Irlanda y era la última gira de Hugo Porta. Éramos las dos novedades, Hugo porque era una estrella que tenía casi 40 años y yo porque tenía 18. Fue algo muy fuerte, todavía iba al colegio y estaba jugando en Twickenham con 50.000 personas. Hoy lo mirás en contexto y habían pasado solo 8 años de la Guerra de Malvinas y éramos el primer seleccionado nacional que jugaba en Londres. Yo, por supuesto, no tenía idea de todo eso y me mandé la macana de mi vida. Pensé que me echaban para siempre. Entré en el denominado estado de emoción violenta, me comí una patada en la cabeza, perdí los estribos y al primero que vi se la puse. No es excusa, estuve muy mal y fue un aprendizaje”
El mejor rugbier de la historia del rugby de Mendoza tuvo tiempo para analizar al actual representante de su provincia en Los Pumas, Gonzalo Bertranou: “Lo veo muy bien, tiene todo para seguir mejorando. Hasta ahora ha sido un jugador joven que se ganó un lugar pero cuando ya sienta que es su equipo y se suelte, tiene mucho para crecer. Ya está al nivel pero va a explotar cuando sienta que el puesto es suyo. Tiene la personalidad, el físico y la experiencia. Para mi es de lo mejor que hubo en el puesto en los últimos años”.
“Tuve la suerte de haber vivido el rugby internacional 100% amateur hasta el ’95, la transición de 4 o 5 años en los que ya era profesional porque se nos pagaba pero sin tanta exigencia y los últimos años de carrera que ya era profesional como es ahora. Agradezco haber vivido todas esas experiencias porque lo disfruté muchísimo”
Aunque él mismo dice estar afuera del rugby, hace pocos meses estuvo en la final de la Currie Cup, en Sudáfrica, acompañando a su sobrino (Ignacio Vidal) que salió campeón M19 con los Sharks. “Se dio todo redondo. Gary Teichmann me invitó y ni lo dudé. Estaba en Suiza y me tomé un avión. Fue espectacular, porque el entrenador del M19, donde estaba mi sobrino, me invitó a darle una charla al equipo el día anterior a la final y el día del partido estuve acompañándolos en la charla previa y en el micro hasta el estadio. Después con Gary (Teichmann, ex octavo y capitán de los Springboks) estuve en el box de los Sharks viendo las dos finales, pude estar con varios ex compañeros como Robert Du Preez y Dick Muir, que hoy son los entrenadores. Fue una experiencia muy linda y con el extra de compartirlo con mi sobrino que jugó en un equipazo y salieron campeones invictos. Yo jugué también en Western Province, me retiré ahí, pero me identifico más con los Sharks e incluso estuvimos hablando con ellos para armar un proyecto y más chicos de acá vayan a hacer una experiencia”.
Por Juan Pablo García
rugby.com.ar
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