El pilar es médico y trabaja en el Hospital Pirovano. Se dedica a la anatomía patológica y es un fanático de su profesión, pero también del scrum.
El rugby porteño está lleno de historias interesantes para contar y una de ellas es la del pilar Francisco Ferronato (31), quien además de ser el capitán de Belgrano Athletic en el Torneo Top 12 de la URBA es médico y ejerce como especialista en anatomía patológica en el hospital Pirovano de Coghlan.
Líder de un equipo que en 2016 volvió a ser campeón de la URBA luego de 48 años, Ferronato es egresado de la carrera de medicina de la Universidad de Buenos Aires y explica en qué consiste la especialidad a la que se dedica: “Los que hacemos anatomía patológica estudiamos todo lo que se saca del cuerpo; sea un lunar, una vesícula o un cáncer. Primero realizamos un análisis macroscópico y luego otro microscópico, con el objetivo de dar un diagnóstico”.
A diferencia de muchos rugbiers que se dedican a la medicina, el pilar de Belgrano no tuvo que dejar el deporte durante una parte de su carrera, como si fue el caso del medio scrum de San Martín Mariano Revah, quien 2012 tuvo que retirarse para cursar la residencia de traumatología y recién volvió a las canchas en 2017.
“Lo que ocurre es que en mi especialidad no existen las guardias, debido a que trabajamos en el laboratorio y los estudios requieren días hasta que estén listos. Al no tener guardias, realizamos turnos de 8 a 17 y de lunes a viernes. Por eso es que pude seguir jugando, sino se me hubiera hecho imposible”, reconoce Ferronato.
El Pirovano es uno de los hospitales públicos más reconocidos de la Ciudad de Buenos Aires y el pilar de Belgrano destaca porqué elige ejercer la medicina allí: “Yo trabajo por convicción en el sector público, sabiendo que allí es donde quiero estar, para poder ayudar a las personas que no tienen obra social, ni prepaga”, apunta.
Ahondando en lo que es el sistema de salud pública, el pilar de Belgrano destaca: “El recurso humano sigue siendo muy bueno y el déficit está a nivel infraestructura. El rugby, que transmite valores de esfuerzo, me ayudó para encarar mi trabajo como médico y también para interactuar con mis compañeros”.
Ferronato es oriundo de Comodoro Rivadavia y comenzó a jugar al rugby en Calafate Rugby Club, hasta que decidió viajar a Buenos Aires para comenzar sus estudios de medicina. Allí fue que se acercó a Belgrano Athletic y comenzó a desempeñarse en M-19 para luego subir al plantel superior en 2008.
En esa etapa inicial que le tocó vivir en el club de Virrey del Pino Francisco tuvo una guía importante: la del entrenador Alejandro Conti, quien logró imprimirle a Belgrano la pasión por disputar el scrum y lo hizo crecer sustancialmente a nivel equipo.
“A mí me formó: me iba a ver a la M-19 y después me tuvo en el plantel superior: Alejandro (Conti) fue un maestro para mí. En algún momento en el rugby argentino empezaron a imponerse algunas ideas foráneas de que el scrum no era tan importante, pero él siempre se mantuvo intransigente en su idea, que es la que se originó en la escuela de Catamarca a través de Veco Villegas”, explica Ferronato.
El legado por el scrum que transmitió Conti en Virrey del Pino continúa vivo y hoy por hoy Belgrano es uno de los equipos más fuertes en esa formación en el Top 12 de la URBA -y el que más try de scrum metió el año pasado- pero esa fortaleza no se generó de un día para el otro: requirió de mucho trabajo como destaca a continuación el pilar de Belgrano.
“Lo que nos enseño Alejandro es que la coyuntura de un partido no debe condicionarnos: puede ocurrir que una tarde tu pack no ande tan bien y no tiene nada de malo que el rival te tire para atrás; lo importante es trabajar de manera sostenida para tener un scrum bueno y fuerte. Nosotros no vamos a derrumbar un scrum porque lo venimos perdiendo: sería traicionar nuestros principios y nuestro trabajo. Traicionarnos a nosotros mismos. Hemos metido muchos try de scrum pero, nobleza obliga, también nos los han metido”.
Todo ese trabajo que realizó Conti en Belgrano se vio reflejado en 2016, cuando el equipo de Virrey del Pino logró salir campeón de la URBA tras 48 años. “Para nostros, como jugadores, ese título marcó un antes y un después. A medida que pasa el tiempo se va haciendo más grande el recuerdo, pero no queremos conformarnos con eso e ir por más”, confiesa Ferronato.
Al año siguiente de haber logrado el título Belgrano salió sexto en el Top 12 y no logró clasificar a los playoffs, mientras que en 2018 se metió entre los primeros cuatro y accedió a la semifinales, instancia en la que terminó cayendo ante Hindú.
Para finalizar, Ferronato destaca cuáles son los objetivos del equipo de Virrey del Pino en esta temporada que acaba de comenzar: “Por ahí lo que digo parece un cassette, pero la idea es ir semana a semana, porque si miramos más allá la empezamos a pifiar”.
Por Juan Pablo Estévez
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