Los del Trébol se impusieron por 27-3 ante Escocia, en el primer encuentro de ambos seleccionados.
Irlanda derrotó a Escocia en el debut de ambas selecciones en la RWC 2019. El equipo del Trébol se impuso por 27 a 3, en el encuentro por el Grupo A, disputado en el Yokohama Stadium.
Sin contemplaciones, con juego simple pero efectivo, Irlanda confirmó su papel de favorito, al menos, para alcanzar los cuartos de final del torneo mientras que a Escocia no le alcanzó para igualar el desafío físico y táctico al que le invitaron los de Joe Schmidt
Escocia lo intentó en los primeros minutos con varias acciones a cargo de Stuart Hogg y Finn Russell pero sin quebrar la línea irlandesa. Los del Trébol, tras aguantar el envión inicial, se cobraron caro el primero de los errores escoceses.
Una ruptura en el centro de la cancha del segunda línea Iain Henderson acabó con el try de su compañero de posición, James Ryan. Era el minuto cinco e Irlanda mandaba 7-0 tras la conversión añadida por Sexton.
Tras una indisciplina de Escocia, Jonny Sexton buscó el line. Un segundo penal y lo mismo, cómodos en las formaciones fijas a cinco metros, la maquinaria verde trabajó desde el maul para que el capitán Rory Best culminara el ataque colocando el 12-0 a los 15 minutos.
Escocia necesitaba algo y rápido frente a una Irlanda que tuvo al centro Bundee Aki su hombre más destacado en la recuperación de pelotas y el tackle. Desde el centro de la cancha incomodó cuanto pudo a los conductores de juego del Cardo. En una arremetida de Tommy Seymour, sin embargo, los azules obtuvieron un penal que Laidlaw aprovechó para descontar.
Aki, sin embargo, se pasó de revoluciones en una carga y tuvo que ser reemplazado para ser evaluado por una posible conmoción cerebral. Seguido a esa situación, el Trébol tuco la suerte a su favor. Una patada intrascendente acabó por rebotar en la base de los postes y el fullback escocés tuvo que anular. Del siguiente scrum nació el tercer try de Irlanda. Otro delantero cruzaba el ingoal, Tadhg Furlong. Con la conversión de Murray, en el minuto 26, el marcador quedaba 19 a 3.
Desde el punto de vista del desgaste al que se sometieron las dos selecciones en los primeros 40 minutos, la cuenta de sustituciones por lesión fue alta. El escocés Hamish Watson abandonó el terreno de juego dolido en una rodilla mientras que en Irlanda O’Mahoney y Aki, también fueron sustituidos.
Irlanda a los mandos
Escocia tardó diez minutos en amenazar a la defensa de Irlanda cuando ya se jugaba el segundo tiempo. Una nueva oportunidad se fue al limbo por un knock on de John Barclay. En ese momento, Escocia había dado 109 pases por la mitad de Irlanda y acumulaba posesiones intrascendentes sin solución de continuidad.
La lluvia jugó su papel e Irlanda, de nuevo, leyó mejor lo que demandaba el partido. Ralentizó las pelotas desde las formaciones y comenzó a enviar pelotas altos para incomodar a los backs rivales. Bien Murray, que tomó responsabilidades en el juego con el pie, y bien Sexton, . Juntos destaparon las limitaciones de los wings escoceses. En un error de manejo y recuperación, Andrew Conoway apoyó el cuarto try junto a la bandera para asegurar el punto bonus con el 24 a 3.
Con la entrada de Jack Carty por Sexton, Irlanda también se permitió alegrías al jugar con las manos. Cada vez que asomó en los 22 rivales, zarpazo a zarpazo, buscó sumar. En el minuto 67, el apertura de Connacht estrenó su cuenta anotadora con un penal para el 27-3 que no se movió hasta el final. Sin armas ni fuerzas, Escocia revivió sus fantasmas: no consiguió anotar ni contra 14 tras la amarilla que Wayne Barnes mostró al irlandés Tadhg Beirne.
Irlanda jugará el próximo sábado 21, ante Japón en Shizuoka, mientras que Escocia volverá a la acción enfrentando a Samoa, el lunes 30, en Kobe.
RNS jca/jg
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