Los dos son exponentes de los muchos backs que vistieron la camiseta de Los Pumas provenientes de Club Pucará. En Japón esperan debutar en RWC.
Lejos de la presión de los resultados y la solemnidad por representar el deporte argentino, descansa -por suerte- la esencia del juego. Y es allí donde Bautista Delguy y Lucas Mensa, como jóvenes que son, de divierten y ríen, pese a todo.
Ambos aprendieron a jugar al rugby en Club Pucará, ubicado en la localidad de Burzaco, zona sur de la Provincia de Buenos Aires en Argentina. Esta institución que supo vencer al seleccionado de Irlanda por 11 a 6 en 1952, marcado un gran hito. De ese mismo club surgió el histórico capitán, Aitor Otaño, quien lideró al seleccionado argentino en la gira por Sudáfrica en 1965, cuando fueron bautizados como Los Pumas.
Ambos jugadores e llevan poco más de un año, pero la complicidad entre ambos no sostiene una mirada de ojos. Ellos son los fieles exponentes de un equipo cultor de un rugby vistoso y desfachatado, cuna de históricos como el “Gringo” Guillermo Ehrman, o Marcelo Pascual, entre otros que supieron representar al país.
“Yo soy categoria 97 y él 96, pero nos juntamos en las divisiones juveniles en el club y fue un año inolvidable, porque ahí salimos campeones juntos y comenzó nuestra amistad”, cuenta Delguy acerca del año en que ganaron el torneo de la Unión de Rugby de Buenos Aires, tanto de XV como de 7s. En ese equipo de 2014, Delguy era el fullback y Mensa el apertura.
Apenas jugaron un par de partidos juntos en la Primera División, pero ambos reconocen que la formación que les dieron en Pucará fue fundamental para llegar a esta actualidad de Japón 2019.
“Tenemos la suerte de que en el club haya jugadores muy talentosos”, remarcó Mensa, al tiempo que Bauti agregó que “hay jugadores de todo tipo que tal vez no llegaron a Los Pumas, como Valentín Cruz o Brian Ormson -representaron a Argentina en selecciones juveniles- , que son más tácticos y otros son más potentes, como el señor que tengo a mi lado (en referencia a Mensa), que es un poquito más ‘picapiedras´”, comentó entre risas.
“Claro, después tenes a los Delguy, Lucas González Amorosino, que son los ‘carasucias’, que si tienen que tirar un sombrerito en sus propias 22 metros, lo tiran”, contesta Mensa. Más allá de las bromas, ambos coincidieron en que “en el club el concepto siempre es jugar, pelota viva, y divertirse”.
Los chicos no quisieron olvidarse de los forwards y recordaron a “ El “Flaco” Rimas Álvarez, quien también tuvo un gran paso por Los Pumas. “No todo es juego de backs en Pucará”.
“Había un grupo grande de gente del club que iba a venir al Mundial pero como están jugando las semifinales de la Unión de Rugby de Buenos Aires, van a venir después”, dijo Delguy; mientras que Mensa aseguró que “mi hermano y mi papá llegan esta semana”.
Delguy, entre rosas y espinas
Bautista tuvo en 2014 tuvo su primer contacto con la camiseta albiceleste en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se realizaron en China y en los que Argentina se quedó con la medalla de plata. Luego llegaron dos Mundiales Juveniles con Los Pumitas (2016 y 2017), para después a ser convocado para Los Pumas 7s. Ese año lo completó con grandes participaciones tanto en Argentina XV (segundo seleccionado de la UAR) como en el primer equipo de su club.
En su primera temporada en Jaguares -el conjunto argentino que compite en el Super Rugby-, Bautista fue tryman del equipo junto a Emiliano Boffelli, con 10 conquistas, bajo las órdenes de Mario Ledesma, su actual entrenador en Los Pumas.
Su camino venía en ascenso, pero en la tercera fecha de esta temporada enfrentando a los sudafricanos de Stormers, sufrió una lesión cuando saltó para tomar un pelota complicada en plena defensa y al caer chocó contra su compañero, Matías Moroni. El diagnóstico fue la rotura de ligamentos internos del tobillo y desprendimiento de la tibia del peroné. Esa lesión dejó en suspenso su participación mundialista.
El entrenador Ledesma no lo incluyó en la nómina de 30 jugadores que enfrentó a los All Blacks, en el comienzo del Rugby Championship, y buscó continuidad en la First Division de la Currie Cup defendiendo la camiseta de Jaguares XV, en Sudáfrica. Finalmente, fue confirmado entre los 31 jugadores que vendrían a Japón. Ahora espera por su chance de jugar un Mundial.
Mensa, demostró cuando debía
Por extraño que parezca, Mensa es el único jugador argentino en el plantel que está en Japón que no es profesional. Todavía juega en su club -amateur- Pucará.
Lucas no llegó a jugar en el Rugby Championship este año, pero siempre estuvo con el equipo y hasta viajó a Brisbane (Australia) y Salta junto a Los Pumas. El bautismo de fuego con el seleccionado nacional se produjo en el Loftus Versfeld de Pretoria, ante Sudáfrica, en el último Test Match previo al Mundial. Allí jugó todo el partido y fue uno de los de mejor rendimiento, incluso marcando un try que luego seria anulado.
Hizo sus primeras armas en el Club Banco Hipotecario Nacional, y a los 14 años se mudó a Pucará, donde su versatilidad lo llevó a cumplir funciones de apertura o de centro. Hoy espera por otra chance. Sabe lo que puede demostrar, porque está en el ADN de su club. Solo debe esperar su momento.
RNS jc/fo/jg
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