El equipo anfitrión le ganó a Escocia 28-21 en Yokohama Stadium. para terminar en la primera posición del Grupo A y, por primera vez en su historia, clasificar a los cuartos de final de la Rugby World Cup.
Japón eliminó a Escocia tras vencerlo por 28-21 en Yokohama Stadium y clasificó por primera vez a los cuartos de final de la Copa Mundial de Rugby.
El seleccionado local había vencido a Irlanda en su segundo partido del grupo, en lo que significó uno de los mayores impactos en la historia de la Rugby World Cup. Cualquier equipo se hubiese contentado con eso, pero no este. En el último partido de la fase regular, ante Escocia, confirmaron el progreso del rugby japonés, y ganando todos los partidos hasta el momento, se aseguraron el primer puesto en el Grupo A.
Los primeros cinco minutos del partido marcarían cómo se desarrollaría el resto del partido. Desde el primer momento, el equipo local buscó sorprender a los europeos. Una salida corta pateada por Yu Tamura y recuperada por Japón dio a entender lo que sería la intención de los locales a lo largo de los 80 minutos: velocidad, fisicalidad y sorpresa.
Sin embargo, lo que sucedería después también fue un reflejo de la actitud que Escocia mostró en todo el partido. La intensidad de los Brave Blossoms se encontró con la defensa firme de su rival, al menos, en ese momento. Un jugador en soledad y unos pescadores atentos lograron forzar el penal a favor de Escocia. Lo mismo sucedió en la siguiente oportunidad de ataque clara de Japón.
Minutos más tarde, un kick excepcional pateado por Finn Russell, el apertura de Escocia, hacia el wing Darcy Graham puso a los escoceses por primera vez dentro de las 22 rival, y tras algunas fases de juego corto, fue precisamente el mismo 10 que inició la jugada el que la terminó dentro del ingoal. La conversión de Greg Laidlaw sumó dos más al tanteador. A partir de ahí, cambiaría la suerte para el equipo dirigido por Gregor Townsend.
Tamura comenzó a mostrar sus cartas y empezó a jugar sobre las narices de la defensa escocesa. Con pases planos y receptores lanzados y verticales, los japoneses explotaron los espacios. Kotaro Matsushima fue el primero en correr debajo de los postes escoceses y ese fue el envión que lanzó a Japón y los animó en su juego.
A partir de ese momento, los japoneses se hicieron dueños de la pelota y controlaron el ritmo de juego en lo que restaba del primer tiempo. Con juego corto, con el pie, con los backs. Escocia debió dedicarse a controlar los embates locales. Apoyo, pase en el contacto. Así podríamos resumir el segundo try de Japón que, ayudado por dos tackles fallados de la defensa, vio al pilar nipón Keta Inagaki recibir un pase a un metro del ingoal y cruzar la línea.
Sobre el cierre de los primeros 40 minutos, Kenki Fukuoka, que había marcado el único try de Japón en la histórica victoria sobre Irlanda en el segundo partido, apoyó la tercera conquista local. Yu Tamura confirmó el dominio de los Brave Blossoms, sumó dos puntos más con la conversión, y sentenció el 21-7 parcial.
La segunda mitad comenzó con la misma intensidad que la primera. Defensas firmes, ataques verticales. El equipo local con sus backs y Escocia con sus forwards. Los locales, por intermedio de Fukuoka, logaron el cuarto try y el punto bonus. Parecía que finalmente todo tomaba forma y Japón se encaminaba por primera vez en su historia hacia los cuartos de final. Pero los dirigidos por Gregor Townsend tenían algo que decir al respecto y no le dejarían lograr su cometido de manera fácil. Por intermedio del pilar Willem Nel, primero, y Fagerson después, recortaron la distancia a 28-21. Los forwards escoceses cerraron el juego y lograron poner a su equipo en partido.
Los últimos 15 minutos fueron de una batalla constante en las diferentes áreas de juego. Ruck y contrarruck de ambos lados. Pelotas perdidas y pelotas recuperadas. Penales de un lado y del otro imprimieron emoción al desenlace, pero fue Escocia el que intentó, amenazados por quedarse fuera de la competencia, llegar a los tries y al ingoal rival.
Y de esa manera terminó el partido. A falta de un minuto, la defensa japonesa se afianzó y recuperó la pelota. Lo único que necesitaban hacer era dejar correr el reloj, y así lo hicieron. El pitazo final de Ben O´keeffe, el referee del partido, desató la alegría de los locales que presenciaron un nuevo capitulo en la historia del rugby nacional.
Con este resultado, quedaron confirmadas las llaves de los cuartos de final. El domingo 20 de octubre Japón se enfrentará a Sudáfrica a las 19:15 y buscará renovar el “Milagro de Brighton”. El sábado, se medirán Inglaterra contra Australia y Nueva Zelanda frente a Irlanda. El partido restante tendrá a Gales jugando ante Francia, también, el domingo.
RNS fo/jg
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