"Mi carrera empieza de nuevo"

Recibe a Olé, en San Isidro, con remera blanca y corset al tono. Una dolencia prolongada en la espalda generó una operación vertebral hace 18 días y un parate de seis meses, hasta julio aproximadamente.
Juan Martín Hernández luce flaco, entallado con el elemento ortopédico que llevará por dos meses más. La lesión no lo deja desplazarse con facilidad, ni alzar al pequeño Beltrán, su hijo en pareja con María emilia, que en marzo cumplirá un año. Si el apertura pasa mucho tiempo sentado, le debe parar, a veces debe acostarse. El crack de 27 años soporta este verano caluroso -ni hablar de pileta- como puede.
-¿Cómo la llevás?
-Mejor de lo que pensaba, porque fue una operación bastante invasiva: cortaron por atrás, pegaron dos vértebras, sacaron un hueso de la cresta iliaca, colocaron tornillos… Dije “chau, el post operatorio es tremendo”. Pero estoy bien, lo único malo fue una alergia en la piel, por el calor.
-Es la segunda lesión grave que sufriste…
-Sí, en el 2002, estando en el seven on Los Pumas, en Brisbane, me rompí los cruzados, paré siete meses y medio.
-¿Aprendiste algo?
-Siendo tan joven me agarró miedo, una desilusión grande porque venía jugando un montón y me iba a ira probar al Wasps de Inglaterra. Dije “chau precontrato, no me voy a recuperar”. Pero hubo gente como Agustín (Pichot) que me ayudó. Me tranquilicé.
-¿Y ahora?
-Mi carrera empieza de nuevo. Yo no sé cómo voy a quedar después de la lesión.
-Epa. ¿Por qué?
-Porque yo no sé si me va a doler la espalda otra vez, más allá de que los médicos están chochos con la operación. Yo no siento dolor y hace una semana no tomo analgésicos, hasta ribotril tomaba, pese a que soy una persona muy tranquila. Así que, por ahora, bien, pero después, cuando agarre la pelota, no sé qué va a pasar. Yo voy a entrenarme mejor que nunca, pero arranco de vuelta. es la columna, algo bastante importante.
-No es la rodilla…
-Sí. Más allá del miedo, la gente vuelve a jugar bien. Pero no son tan comunes las operaciones de columna. Yo soy optimista. Patear, pasar… me tomará un tiempo calibrar de nuevo. Mi miedo es si la espalda queda bien cuando empiece a entrenar el contacto.
-¿Hacés rehabilitación?
-El lunes empiezo a caminar, aunque por el calor, voy a caminar por el living… en realidad, tengo que hacer vida normal hasta que el corset y las molestias molestias me lo permitan.
-¿Jugabas con dolor?
-Sí. Me empezó a doler en mayo, a fines de la liga francesa, cuando aún estaba con el Stade Francais. Con Los Pumas, en junio, era más fuerte, por eso pedí que me hicieran estudios. Después empeoró en Sudáfrica, jugando la Currie Cup con los Sharks. Terminaba los partidos y, en el vestuario, iba a las duchas doblado (se para, hace el movimiento), y volvía peor. el domingo era imposible, el lunes no me entrenaba, sí hacía un poco de gimnasio el martes. el miércoles tenía libre y el jueves practicaba con el equipo, pero ni siquiera iba a patear.
-¿Te lo bancaban?
-Creo que sí, o me mentían, jaja. Lo más importante era la buena onda de los jugadores, también de los entrenadores. Con el de los tres cuartos compartíamos mucho el análisis del juego. Plumtree, el head coach, me dijo que volviera cuando quisiera. Y hasta que quería dirigir en Europa y que yo fuera con él. Llora Beltrán. Papá va al cuarto ontiguo y lo asiste. Vuelve, despacito.
-¿Qué te sorprendió de sudáfrica?
-Los jugadores hablan mucho más que en Francia, participan muchísimo. Como yo llevaba la línea de tres cuartos y les gustaba lo que aportaba, a veces me tocaba hablar a mí. Y para la gente son estrellas, como el fútbol en europa.
-Por TV no se te veía cómodo a veces…
-Los primeros partidos estaba incómodo, bastante. Es muy corta la Currie Cup como para llegar de una y estar cómodo. Estaban siempre motivados por lo que yo podía dar. Llegué tras cinco semanas de descanso, por la espalda, con el torneo que ya había arrancado, y me preguntaron si estaba para jugar. Pedí una semana de entrenamiento por lo menos.
-¿Qué rugby viviste?
-Muy fuerte, intenso, un ida y vuelta tremendo. Los test matches son máscerrados, esto es un ir y venir constante. Se entrenan como nunca vi. Arranqué falto de ritmo, recién me acomodé al final, lástima que perdimos la semi.
-¿Y después?
-Me vine acá y volví en diciembre para entrenarme. Pero la espalda no mejoraba. Vi un especialista de columna y me recomendó una operación con recuperación en tres meses. Yo, chocho, me daba para jugar el Super 14 en marzo. Pero consulte con los médicos de Los Pumas y, tras varias interconsultas, decidimos que lo mejor era la operación que me hicieron. Allá lo entendieron. Un trago de gaseosa y Olé pregunta: “¿Tenés tiempo?”.”Tres meses si querés”, bromea Juan. Llega el tema Los Pumas.
-¿Por qué no les ganan a Sudáfrica y los otros del hemisferio sur?
-Pasa bastante por lo físico. Se avanzó en el análisis, sabés lo que hace tu rival, pero lo que hace que un equipo le gane al otro a veces es el uno contra uno. Los equipos que nos ganan es por lo físico.
-Así echan a los PF…
-No, jaja. Ellos no pueden seguir nuestro día a día en Europa. Y cuando nos juntamos, lo que menos hacés es físico. Tenés cuatro días para preparar un test después de un viaje de 13 horas en avión. ¿Qué pueden hacer? Tiene que ver con el calendario y con tiempo de entrenamiento.
-Tras el Mundial, Los Pumas se mostraron en cuentagotas. ¿Qué se puede esperar de ustedes?
-Llegaron jugadores interesantes, como Santi (Fernández), Rodríguez, Lucas González, Gonza Camacho, Leonardi. Los tres cuartos que aparecieron me sorprendieron para bien; los tres del fondo se tienen que matar para estar, por la buena competencia; los centros también; hay tres aperturas, tres medios. Mario (Ledesma) sigue, y aparecio Agustín (Creevy) para empujarlos a él y al Oso (Vernet Basualdo). Volvió Chelchi (Scelzo)… Tenés dos jugadores por puesto. Como para ser competitivos. Por todo eso me da confianza.
-¿Algo clave antes de Nueva Zelanda 2011?
-Espero que hagamos una preparación como la que hicimos en Pensacola antes del Mundial 2007, que aprovechemos los 10 partidos que nos pueden llegar a faltar y que los jugadores lleguen bien, sanos. Y que yo sea el único que va a faltar a los tests de junio…
Por Sergio Stuart (Olé.com.ar)