El icónico estadio Charrúa de Montevideo está siendo utilizado en la prevención contra la pandemia del coronavirus gracias al aporte de la Unión de Rugby del Uruguay.
Una de las joyas del rugby sudamericano, el Estadio Charrúa, en la ciudad de Montevideo, se ha sumado a la lucha global contra la pandemia del COVID-19, abriendo sus puertas para posibles contagiados.
Aprovechando una estructura que permitió el desarrollo del alto rendimiento en el país, clave en la participación de Los Teros de Rugby World Cup 2015 y 2019, la Unión de Rugby del Uruguay está teniendo un rol importante en la lucha contra el coronavirus, recibiendo a personas en situación de calle que podrían estar infectadas con el virus.
El estadio Charrúa, y su Centro de Alto Rendimiento, es muy reconocido por haber sido donde Uruguay clasificó a los últimos dos RWC, por ser sede de las últimas Nations Cup, el Junior World Rugby Trophy en 2017. World Rugby ha visto como su inversión en este estadio y el rugby uruguayo ha pagado dividendos.
Hoy, se usa para cosas más importantes.
“Gente en situación de calle que al llegar a los refugios donde duermen habitualmente tienen algún síntoma son traídos al Charrúa a esperar el resultado,” cuenta Marcelo Santurio, el Director Médico de la URU, desde el estadio mismo donde colabora habitualmente con equipos de rugby y en torneos.
El estadio Charrúa, en posesión del rugby uruguayo desde 2011, ha sufrido múltiples mejoras desde que se instalará allí la pelota ovalada. Entre las muchas obras, se mejoraron las 17 habitaciones que ocupan el primer piso del Charrúa y que hoy son utilizadas.
“Aprovechando que tenemos ese espacio, somos un filtro, recibiendo gente que necesita estar en cuarentena a la espera de saber si tiene coronavirus o no; tenemos esta capacidad para poder recibirlos, hacerles un chequeo médico, cuidarlos, alimentarlos. Al momento, los que pasaron por el Charrúa no han sido positivos.”
Al igual que en el resto de la región, al empezar el frío, las estadísticas indican que crecerán los casos.
Ofrecimiento
Fue el ex Presidente de la URU y actual vicepresidente primero de Sudamérica Rugby Marcello Calandra quien tuvo la idea de ofrecer la casa del rugby en su país para frenar los efectos de la pandemia.
El ex pilar de Los Teros había sido clave para el conseguir el comodato, en conjunto con la Asociación Uruguaya de Fútbol, del estadio.
En aquel momento, el Presidente de la AUF con quien trabajó codo a codo en la negociación era el actual Secretario Nacional de Deporte Sebastián Bauzá, a quien le ofreció el uso del estadio para lo que fuera necesario.
Instantáneamente, se puso en funcionamiento el sistema a través del MIDES – Ministerio de Desarrollo Social – que buscando alejar gente de la calle con posible coronavirus, y evitando el uso de refugios donde el riesgo de contagio es mayor, envía a quienes tienen síntomas al Charrúa.
“Este tipo de cosas no se hacen para figurar; el rugby ha sido golpeado últimamente por distintas razones y es importante que hoy el rugby sea el que está tomando una posición de ayuda, como lo hace otros deportes,” explica Chelo.
Y agrega: “Es decir ‘aquí estamos.’ Nuestros valores son fáciles de llevar adelante y nos permiten ayudar.”
Viandas
Además del uso de la hotelería del Charrúa, se aprovecharán las instalaciones para generar viandas para repartir.
Con el empuje del también ex pilar y presidente de la URU Antonio ‘Tintín’ Vizintín, y con el aporte de donaciones de clubes y gente interesada en colaborar con el bienestar general, cuando tengan suficiente comida para sostener un servicio regular, se aprovechará la cocina grande del Charrúa, haciendo 100 viandas diarias para distribuir a cero costo para el gobierno.
“Hay mucha necesidad,” dice Chelo.
“Un empresario donó 2500 bandejitas y estamos haciendo stock de alimentos para comprometernos a tener para tres semanas, mínimo, de distribución. Todo auto-gestionado con donaciones de los clubes y la URU.”
La URU está aportando, además de las instalaciones, el capital humano – personal de limpieza, mantenimiento y seguridad además de Santurio, a cargo de la revisión diaria de los que llegan al Charrúa.
Historias de vida
“A veces es más que revisarlos. Son personas con historias de vida que requieren que se los escuche, es gente que ha perdido hábitos sociales y que hay que darles contención,” cuenta Santurio.
“Hay que explicarles porqué están ahí y cómo funciona el sistema.”
Las entradas suelen ser de noche, en transportes médicos y con todo el cuidado que requieren estos casos. El Charrúa además se limpia constantemente según las recomendaciones generales.
Para Santurio, “como médico, esta es una experiencia única.”
“Está bueno dar una mano y que sea desde el rugby. Para mí es una forma más de ayudar.”
La colaboración del rugby va más allá de eso y los clubes uruguayos están trabajando para ayudar en sus comunidades, además de una colecta a nivel URU.
“Largamos una campaña pidiendo donaciones a los clubes y están llegando cosas, es emocionante ver el apoyo que recibimos,” dice Santiago Slinger, Presidente de la URU.
“Los clubes están colaborando en distintas acciones para la sociedad y está habiendo mucha solidaridad en el rugby.”
World Rugby