El ex entrenador de Inglaterra, ganador de la Copa del Mundo, Sir Clive Woodward, ha criticado a Fiji y Samoa por brindar su apoyo a Sir Bill Beaumont en la carrera de la semana pasada para convertirse en presidente de World Rugby.
En la columna del diario Daily Mail, el ex técnico de los British & Irish Lions también ha criticado al Seis Naciones por haber “decepcionado” en post de un rugby más amplio al apoyar a Beaumont.
El fin de semana se hizo un anuncio de que Beaumont, el ex capitán de Inglaterra y los Lions, fue reelegido como presidente de World Rugby después de vencer al ex capitán de Los Pumas, Agustín Pichot 28-23 en una votación de una vuelta.
Woodward fue duro en su revisión de cómo se desarrolló la votación, apuntando sus críticas no solo a Fiji y Samoa, sino también a otras naciones de segundo nivel como Japón y Canadá, por su respaldo a Beaumont.
Si bien World Rugby aún no ha publicado un desglose de la votación, Woodward indicó que las cuatro naciones optaron por no votar por Pichot, que se destacó como un firme defensor del cambio del status quo dentro de la fraternidad mundial de rugby.
“Si ese es el caso, nuestra simpatía se verá limitada si esas naciones vuelven a presentar una queja ante la falta de oportunidad de jugar ante naciones de primer nivel o, en el caso de los equipos de las Islas del Pacífico, sobre sus mejores jugadores jueguen en otros países”, escribió Woodward.
“O quedar prácticamente sin dinero cuando jueguen contra Inglaterra, cuando unas 80,000 espectadores se hacen presentes en Twickenham, partidos que superan los £ 14 millones para la RFU.(Rugby Football Union).
“Los jugadores en esos países deberían estar indignados y preguntar por qué sus uniones no votaron por el cambio”.
Woodward describió como “vergonzoso” que Gales fuera el único miembro de la competencia que se acercó y discutió las ideas de Pichot con él.
“El resto de los países que forman parte del Seis Naciones, han decepcionado al mundo del rugby”, dijo el ex campeón del mundo en 2003. “No se han involucrado públicamente en el debate y siempre iban a votar en bloque, por el status quo y su propio interés financiero”.
Woodward concluyó afirmando que la cercanía de la votación debería actuar como una “llamada de atención masiva” a los poderes de World Rugby, destacando que el resultado podría haber cambiado si cualquiera de las uniones del Seis Naciones hubiera votado por Pichot.
“Quería despertarme el sábado por la mañana con el rugby energizado sobre su futuro, un mundo nuevo y valiente, pero en cambio me siento como el mismo de siempre. Nos habremos olvidado pronto de la votación. Se habrá perdido una gran oportunidad”.