Ignacio Corleto, jugador formado en CUBA y con paso exitoso en Los Pumas, es uno de esos jugadores que con sus actuaciones ha traspasado la pantalla y el público lo ha puesto en un lugar de idolatría.
Quizás por la televisión algunos jugadores de Los Pumas han tenido más exposición que otros. Gracias a esos recuerdos inolvidables, esas jugadas que los videos las hacen eternas. Ignacio Corleto, jugador formando en Cuba y con paso exitoso en Los Pumas, es uno de esos jugadores que con sus actuaciones ha traspasado la pantalla y el público lo ha puesto en un lugar de idolatría. Nani, como es conocido el ex fullback, no tuvo su partido despedida, y en una entrevista en el programa “Súper Rugby” por Radio M90, el veloz back explicó en detalle porqué no se realizó ese último encuentro.
Para poder llegar a la respuesta hay que desandar el camino. “En 2003 me sentía muy bien, diría que mucho mejor que en 2007. En 2003 tenía 26 años, que es la edad en la que un deportista encuentra su mejor nivel, por experiencia y maduración. Ese año estaba muy bien física y mentalmente, con lo cual fue un golpe muy duro lo que vivimos en el Mundial de Australia”, expresó Corleto, a modo de comparación entre un Mundial y otro.
Además, el ex fullback de Los Pumas explicó: “Lo que vivimos en 2007 fue muy raro, en especial con la preparación. Hace un tiempo nos acordábamos con el Champion (Carosio) y Maxi, los kinesiólogos del 2007, que para empezar el primer partido, estaba con una pubialgia, y en la previa, en un partido en Bélgica no juego por eso. Y tanto el Champion y Maxi (Marticorena) me confesaron sobre el debut del Mundial 2007: ‘Nosotros pensábamos que en la primera jugada ibas a salir’, por suerte no fue así”.
A los 26 minutos del primer tiempo, Los Pumas dieron uno de los mayores golpes en la historia del rugby argentino, hasta ese momento nunca un país anfitrión había perdido en el partido inaugural, y tras la intercepción de Horacio Agulla, cuando Francia se venía al try, la pelota le llegó a Manuel Contepomi, quien luego de dar unos pasos, sintió el grito de Corleto, que ya había comenzado a correr y no frenó hasta el ingoal. Esa corrida, esas zancadas, esos seis segundos, catapultaron a Nani al Olimpo puma, por supuesto que además de esa conquista tuvo brillantes actuaciones, otros tries con la celeste y blanca, pero esa anotación lo catapultó a ser “el tipo del try inolvidable”.
“Agradezco siempre las muestras de afecto de la gente, porque a uno le hace bien. Siempre busqué estar cerca de la gente. Eso depende de cada uno, tener humildad, los pies sobre la tierra, ser generoso, agradecer lo que uno tiene, la suerte que uno tuvo, eso es fundamental. Siempre me transmitieron eso mis viejos y en el club, y con mis hijos hago lo mismo”, comentó Corleto sobre el cariño que recibe constantemente de la gente.
Sobre la pregunta de por qué no hubo un partido de despedida, el ex back explicó: “En cuanto a la despedida con Los Pumas, no se dio, tampoco se dio en mi club CUBA, que también me hubiese encantado. Cuando volví de Francia en 2009, dejé de jugar en Europa, venía de una lesión, en una semifinal con Stade Francais me corté el bíceps. Estaba cansado, iba a nacer mi primer hijo, y no jugué nunca más. No pude tener esa despedida, por ahí mi despedida fue en 2007, creo que fue la mejor despedida que uno puede tener, y la tuve ahí arriba”.
Además, Nani dijo: “Estaba mirando el documental de Jordan, sin compararme en nada con Michael, pero decía algo que me llegó: ‘Prefiero retirarme acá arriba y no que me retire el deporte’. De alguna manera me retiré ahí arriba. Sabía que esos iban a ser los últimos partidos. Soy particular, lo que son despedidas o cosas donde sea yo el anfitrión, no me siento cómodo. Soy más reservado. La despedida fue ese partido del tercer puesto ante Francia”.
Corleto no tuvo su partido de despedida de Los Pumas, se fue con la medalla de bronce y bien arriba. Aunque luego, ya siendo un ex jugador, fundó “Botines Solidarios”, una organización que busca a través del rugby, niños y adolescentes de Barrios humildes puedan adquirir herramientas para poder convertirse en actores de su propio cambio. Este es el mejor partido de despedida que un jugador puede disputar.
Por Lisandro Olearo
www.elciudadanoweb.com