El ex apertura de Los Pumas contó sus vivencias integrando el cuerpo técnico que lideró Gerardo Tata Martino en la Copa América 2016, que se disputó en Estados Unidos. El rosarino definió “fue una experiencia muy linda con final triste” y que la relación con los jugadores fue muy buena y positiva.
En anteriores entrevistas, Federico Todeschini, ex jugador de Atlético del Rosario y Los Pumas, explicó cuál fue su función dentro del cuerpo técnico que lideró Gerardo Martino en la Copa América de 2016, que se realizó en Estados Unidos. Pero faltaban algunas anécdotas, quedaban detalles que con el paso del tiempo van saliendo a la luz.
Hoy, el ex número diez de Los Pumas, integra el staff técnico de Selknam, franquicia chilena que participa de la Súper Liga Americana, y además colabora con la Federación Chilena de Rugby, y en una entrevista que dio al programa “Súper Rugby” en Radio M90, amplió sus anécdotas sobre la experiencia que vivió junto a la selección argentina de fútbol dirigida por el Tata.
“Fue una experiencia muy linda y extraordinaria, vivir el deporte de alto rendimiento en su máxima expresión. Y lamentablemente tuvo un final triste, porque se perdió la final de la Copa América por penales, y en función de eso después se desarmó todo. Fue una experiencia maravillosa poder compartir con una persona como Gerardo Martino, que además de ser un líder y muy buen entrenador, es una persona extraordinaria, en la parte humana él llevaba el grupo de una manera excepcional, y todo lo que pasaba alrededor de eso era muy bueno”, comentó Todeschini.
Además de lograr una buena relación con todo el plantel, Todeschini tuvo más acercamiento con sus coterráneos rosarinos. “Fue hermoso poder convivir con jugadores como Lionel Messi, Ángel Di María, Ever Banega, Pocho Lavezzi, sobre todo los chicos de Rosario con los cuales tenía mucha afinidad, también el Patón Guzmán. Fue muy lindo, ver que son humanos, que son chicos súper profesionales, que darían y cambiarían cualquier cosa de lo que tienen por ganar algo con la selección argentina. Entonces la experiencia fue excelente pero con un final muy triste”, expresó el back formado en Atlético del Rosario.
“Me sentí muy bien, porque lo que hacía salía de forma muy natural. El Tata (Martino) me generó ese espacio y los chicos lo aceptaron bien, no era ni más ni menos que estar cerca de ellos. En el fútbol el entrenador está muy distante de los jugadores, no sé si es por una cuestión cultural o qué, entonces yo hacía de nexo. Estaba tiempo con los chicos, pasaba por kinesiología y miraba cómo estaban los jugadores, tomábamos mate, el que estaba medio tironeado o lo que sea charlábamos, generábamos actividades”, explicó el Ninja sobre su rol.
La idea de Martino al sumar al ex apertura era que el Ninja sea el nexo entre los jugadores y el entrenador. Al transmitirles los valores que adquirió en sus años como jugador de rugby, tanto en Los Pumas y como profesional en Europa, y poder aplicarlas después dentro de la cancha.
Puntualmente, Federico recordó dos momentos vividos durante la Copa América en tierras estadounidenses. “Me acuerdo que en Estados Unidos, estuvimos treinta y pico de días, le dije al Tata ‘vamos a armar una actividad a los chicos porque están cansados de estar todo el día tomando mates en la concentración’, y me respondió que buscará un lugar o algo para hacer. Me fui a recorrer con uno de los utileros y encontré un bowling. Organizamos una tarde bowling, fue una sorpresa, porque los chicos no sabían, y fue extraordinario, porque los veías disfrutar y eran niños jugando, se reían y la verdad era eso que necesitaban”, dijo Todeschini.
Y luego contó otra anécdota: “Después en Seattle, que hace mucho frío y está todo bajo techo, encontré un salón de videojuegos, fuimos y había chicos que no habían ido nunca. Para que tengamos presente cómo vive un jugador de fútbol. Fue una experiencia extraordinaria, con miles de anécdotas, fue muy bueno todo”.
Sobre las comparaciones que se hacen con la forma de cantar los himnos entre la Selecciòn y Los Pumas, el Ninja dijo: “Los chicos la viven a muerte a la camiseta, lo sienten al himno igual que nosotros. No podemos comparar el rugby con el fútbol. En el rugby tenés la adrenalina a diez mil porque te estás preparando para una batalla, desde que suena el silbato te empezás a golpear, entonces el nivel de adrenalina y emoción es mucho más alto. Estos chicos están más tranquilos, más concentrados, todos saben que el tema es destrezas y no de contacto, entonces no se puede comparar un himno con el otro, porque son dos cosas completamente distintas”.
Por Lisandro Olearo
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