Jonah Lomu puede no haber sido la fuerza de la naturaleza que alguna vez fue cuando fichó por Cardiff, en este día en 2005, pero su breve paso por Gales fue testimonio de su perdurable poder de atracción.
Cuando los Blues anunciaron que el ex wing de Nueva Zelanda se uniría a ellos con un contrato a corto plazo, lo describieron como “la primera superestrella mundial del rugby”, y la emoción en la capital de Gales fue palpable.
Lomu había jugado por última vez para los All Blacks tres años antes y se había sometido a un trasplante de riñón que luego su cuerpo rechazó después de que le diagnosticaran síndrome nefrótico, una condición poco común que lo había dejado necesitando diálisis tres veces por semana.
Como sus medidas, había irrumpido en el escenario internacional con un estilo espectacular, destruyendo a Inglaterra con cuatro tries mientras Nueva Zelanda ganaba 45 -29 en semifinales de la Copa del Mundo en Ciudad del Cabo en 1995.
Esos días habían quedado atrás cuando puso un pie en Cardiff, pero seguía siendo una gran atracción.
Había firmado con el equipo nacional provincial North Harbour en abril de 2005, pero después de haber sido marginado por una lesión en el hombro, aceptó la oferta para jugar durante la temporada baja en Gales.
Still gives me goosebumps every time I watch this. Watching the great Jonah Lomu in a @cardiff_blues shirt crossing the line. #Lomu #Blues #rugbyhero #legend pic.twitter.com/s9VSGcQ7kz
— Nick Fish (@nickfish216) March 28, 2020