Beauden Barrett nunca ha perdido dos test consecutivos como All Black. Hasta ahora. Y tiene una idea clara de por qué su equipo se quedará sin equipo en Newcastle el sábado por la noche con la mirada perdida en el cañón de un impensable hat-trick de derrotas.
Para el experimentado jugador de los All Blacks, jugando la mayor parte de estos días en la posición de fullback, no oculta que es su segunda opción, como así también que el partido frente a Los Pumas será su último con la camiseta de Nueva Zelanda tras su partida al rugby japonés durante dos años.
“Claramente ha sido nuestra disciplina”, dijo Barrett sobre una caída en desgracia que ha sido tan dramática como precipitada. Los All Blacks habían estado transitando con dulzura el camino de la temporada 2020, hasta que cayeron contra los Wallabies en Brisbane, y luego la histórica derrota por 25-15 ante Argentina en Parramatta. Fue la primera vez desde 2011 que perdieron dos veces en fila.
“Los últimos dos partidos, los árbitros se han visto obligados a tomar decisiones importantes y se han cometido muchos penales contra nosotros … y probablemente contra ambos equipos”, añadió Barrett. “No podemos darles la oportunidad de hacer eso, por eso debemos enfocarnos en nosotros y nuestra disciplina”.
“Miras nuestro ataque y defensa y puedes separar eso tanto como quieras, pero comienza con nosotros sin darles nada a los árbitros”.
Los All Blacks han tenido una semana completa para disfrutar de su mala actuación contra Los Pumas en el Bankwest Stadium, donde fueron derribados por la pasión, la intensidad y la rápida línea defensiva de los sudamericanos. Ahora han puesto la mirada en realizar distintos ajustes que le permitan mostrar otra imagen.
Los neozelandeses aún pueden ganar el Tri Nations con un triunfo con bonus el sábado en lo que será el final de temporada contra Argentina, y salvar algo en forma de orgullo y respetabilidad. Pero solo, dice Barrett, si los jugadores comienzan a mirarse bien en cada espejo.
“Todo comienza con el individuo. Cada jugador tiene que hacer una mirada hacia adentro y no dejar que las pequeñas frustraciones se apoderen de ellos, con la finalidad de que el árbitro no tenga más opciones para penalizarnos las cuales le duelen al equipo”.
“Es como una habilidad, como nuestro entrenamiento físico. Necesitamos entrenar la marca también y dedicar tiempo en nuestro plan semanal para desarrollar un aspecto mental del juego porque es una gran parte de la calidad de un equipo All Blacks”.
Barrett tiene razón al colocar la fuerza mental en la casilla de “debe mejorar”. Hay una sensación real de que estos All Blacks miraron y tocaron el cielo con las manos cuando consiguieron la Bledisloe Cup en Sydney. Desde entonces, han sido los principales contribuyentes a su propia caída.
Pero también tienen que jugar mejor al rugby. Gran parte de sus patadas y opciones en las dos últimas presentaciones ha sido sin rumbo y algo falto de imaginación. Han luchado por generar presión y crear oportunidades en el proceso.
Barrett dijo, luego de un intenso entrenamiento este martes, que los All Blacks habían aprendido mucho de la derrota ante Los Pumas en Parramatta, y habían hecho un estudio desde entonces.
stuff.co.nz