Una sentencia obliga a la Unión Cordobesa a pagarle 3 millones de pesos al jugador que quedó cuadripléjico tras un scrum.
Una sentencia obliga a la Unión Cordobesa a pagarle 3 millones de pesos al jugador que quedó cuadripléjico tras un scrum, pero desde la institución apelaron por deslealtad en la formación. En Radio 10, el rugbier dijo que “nunca” debío haber entrado a la cancha
El 3 de septiembre 1999, José Guillermo Bustamante Sierra, jugador del Taborín Rugby Club, quedó cuadripléjico en medio de un partido por un encontronazo con un rival y demandó a la Unión Cordobesa de Rugby (UCR), la que fue obligada por una sentencia judicial a pagarle al damnificado 3 millones de pesos de indemnización.
Sin embargo, la UCR apeló dicho fallo y argumentó que se trató de una deslealtad en medio de la formación de un scrum, por lo que espera no pagar el embargo.
También fueron condenados el club al que pertenecía el jugador y la Unión Argentina de Rugby.
La sentencia que obliga a la Unión Cordobesa a pagarle a Bustamante Sierra, de 28 años, dicho monto se basa en un argumento esencial: el reglamento establece que cuando un equipo que no cuenta con un jugador especializado en la posición “hooker”, se debe realizar un “scrum simulado”. Según el fallo, esta regla no se cumplió y al no tener en cuenta eso, el jugador sufrió esa grave lesión.
Pero desde la UCR apelaron la sanción y que en la maniobra en cuestión, el árbitro de aquel encuentro no había dado la orden para reanudarse el partido, por lo que el juego estaba detenido y el choque fue producto de una deslealtad del equipo contrario, que quiso sacar ventaja anticipándose a la orden del réferi.
Incluso, los abogados de la UCR atacaron el criterio de la jueza encargada de la sentencia y cuestionaron su fusión con ese deporte. “Es evidente que la jueza no ha comprendido qué es un scrum”, fue otro de los pilares de la apelación.
Sierra Bustamante, en una nota con Radio 10, alegó que la apelación no tiene un enfoque correcto y que la cuestón radica en que él desde un principio no debió haber jugado como hooker. “Haya o no deslealtad, yo no debería haber entrado nunca a la cancha en ese puesto”, comenta el actual licenciado en psicología, quien originalmente era octavo.
Fuente: InfoBae