Algo que se está volviendo característico en cada inicio de pretemporada de Los Pumas 7s, es el paso por la costa atlántica y más precisamente por la ciudad de Pinamar, lugar que alberga al club Camarones, la institución elegida por el equipo de Santiago Gómez Cora hace seis años para afrontar sus primeros entrenamientos de cada temporada. Por eso vale la pena repasar un poco la historia de este club que tiene momentos lindos y también difíciles obstáculos que tuvo que sortear.
En 1941, el arquitecto Jorge Bunge impulsó la forestación de coníferas para frenar el movimiento de las dunas. El pino fue la especie que, junto al mar, le dio nombre a la ciudad que en 1978 se constituyó en Partido de Pinamar. Cuatro años antes de su autonomía del Partido de General Madariaga se creó el Pinamar RC, antecesor y primo cercano de Camarones.
Décadas más tarde, en 1984 ante la disolución de Pinamar RC, nació un nuevo proyecto. Fueron varias las personas que acompañaron a Rubén Caparelli en el resurgir del deporte en la ciudad y de esa manera, se buscó un nombre para la nueva institución que se relacionara con la ciudad y el mar. Camarones Rugby Club fue el nombre elegido y se decidió que su camiseta fuera de color “camarón”.
Esta institución es parte de los 20 clubes que conforman la Unión de Rugby de Mar del Plata, participando con su Primera División desde el año 2011, en donde Eduardo Nozzi fue vital para su inserción en la máxima categoría.
Sus juveniles son uno de los estandartes del club y el pilar donde se apoya el futuro de este club. En 2018 y 2019 fueron campeones de la Copa de Plata del Campeonato de Desarrollo de la URMDP y tres de sus jugadores fueron seleccionados por el «Trébol». Entre ellos se destaca Lucas Cedarry, que también fue citado a concentraciones del Seleccionado M20 de la Unión Argentina de Rugby.
Nahuel Tetaz Chaparro (Puma #739), nacido en General Madariaga y con paso por las infantiles de Camarones antes de llegar a Biguá, es uno de los exponentes del conjunto de Pinamar.
Declaraciones de Javier Tumas, presidente del club: “Desde el año 2012, hemos hecho hincapié en un esfuerzo progresivo, desde los infantiles hacia arriba. Tomando una primera base todo lo que fue el rugby desde m11 hacia arriba, tratando de generar escuelitas. Abrir el club a un nivel social que antes que no estaba abierto”.
“Por otro lado, la idea fue poder darle a la competencia darle un profesionalismo con entrenadores, preparadores físicos capacitados y para que también puedan venir Los Pumas 7s a hacer la pretemporada, por ejemplo”.
“Arrancar con una comisión que estaba encaprichada en formar niños y gente que juegue al rugby. Compromiso, responsabilidad y respeto. Poder darle al deporte todo lo que nos fue dando a nosotros. Hoy el club cumple una carga social muy importante en Pinamar”.
Un tornado en las últimas semanas
En los primeros días de enero de este año, producto de una tremenda tormenta y el paso de un tornado, volaron techos, se arrancaron árboles de raíz y se voltearon carteles. Entre estos episodios, también lo padeció Camarones Rugby Club.
Roberto Boggio, tesorero del Camarones Rugby Club: “Con la última tormenta que se dio en estos últimos días, un tornado nos levantó todo el techo del quincho nuevo. Estamos en este momento viendo cómo podemos afrontar ese gasto. Con colaboraciones de familias y ver de solicitar un subsidio para volver a techar todo. Además del techo, también se nos cayó un tanque de agua de 1000 litros en lo que era el buffet viejo. Estamos de a poquito rearmando todo, pero aún estamos sin techo en el salón grande. Algunas chapas se recuperaron, pero no todo”.
Declaraciones de Santiago Gómez Cora – Head Coach de Los Pumas 7s: “Pinamar es un lugar que nos recibe muy bien tanto en el hotel como en camarones Rugby Club. Ya es como nuestro segundo lugar, ponen todo el club a nuestra disposición. La gente de este club nos hace sentir como en casa. Sin dudas, uno de los mejores momentos del año es venir acá para hacer una puesta a punto del equipo. Ponemos un stop en el medio de la temporada, esta particularmente distinta a las demás, pero donde recargamos energía, ajustamos la carga física y nos enfocamos en detalles rugbísticos”.
“Este año nos pusimos a disposición luego del tornado y los inconvenientes que sufrieron con la voladura de techos. Vamos a estar haciendo una colecta, una subasta de camisetas de los jugadores del plantel y en unos días cuando lleguen algunas chapas vamos a ayudarlos a instalarlas y demás. Entendimos que hay que cuidar la casa, primero lo de adentro y luego lo de afuera”.
UAR