El Director Médico de World Rugby Dr Éanna Falvey comparte su perspectiva sobre el enfoque de avanzada del rugby respecto al cuidad del jugador, incluyendo la gestión de conmociones y protocolos de regreso al juego.
Los cuerpos médicos de los equipos, al igual que jugadores, entrenadores y simpatizantes, están analizando las dos primeras rondas del Seis Naciones. En los últimos quince días, se habló mucho en los medios sobre el tema de la conmoción y quiero compartir mi perspectiva.
La conmoción es una lesión del cerebro y el rugby la toma con extrema seriedad. Por eso, valoramos la opinión de los expertos y escuchamos gente de todo el mundo. Aceptamos el debate constructivo y respetamos todas las opiniones.
La ciencia de la conmoción y la salud cognitiva a largo plazo es extremadamente compleja y hay distintas visiones. El conocimiento científico y el entendimiento social siguen evolucionando, y el rugby evoluciona con ella, siempre guiado por consenso médico y científico para informar las estrategias de educación, prevención y gestión.
Ese compromiso está afirmado en la acción durante el actual torneo. Hemos tenido situaciones de juego sucio que incluyen contacto con la cabeza y el jugador ha sido sancionado. Esto es parte de nuestra estrategia de cambiar la conducta del jugador y entrenador a través de las sanciones que están en el Marco de Sanciones de Tackle Alto, y los referís están haciendo su parte.
Tras una conmoción y una vez que se está libre de síntomas, los jugadores deben completar las seis etapas del Retorno Gradual al Juego de World Rugby antes de recibir el alta para participar en entrenamientos de contacto total o de partidos. Contrario a lo que se reporta, no hay un marco de tiempo para completar el retorno. Por ejemplo, dos tercios de los jugadores con conmoción no juegan la siguiente semana, y varios no regresan dentro de las tres semanas.
Para avanzar, el jugador debe pasar cada etapa sin la presencia de síntomas de ningún tipo o señales de una conmoción. Deben también completar una evaluación cognitiva o algo similar o mejorar sus resultados de base. Este proceso es controlado por los médicos del equipo que siguen siendo líderes en su campo y actúan únicamente con el interés de la salud del jugador.
El rugby de base es el motor del rugby en todas sus formas por fuera del nivel de elite, y los procesos de regreso al juego pueden solo comenzar una vez que el jugador haya completado un período de descanso físico fijo – siete días para los adultos, 14 días para niños y juveniles – sólo si el jugador no tiene síntomas.
Respecto al Seis Naciones, tal vez el caso de mayor perfil al momento es el del Johnny Sexton. Estoy seguro que toda Irlanda estará de acuerdo, y son muchos los que han comentado el caso siendo sencillo ser un experto médico desde el sofá, pero lo que vi fue un proceso efectivo en acción.
Fue retirado permanentemente del partido. Luego, el protocolo gradual de regreso al juego apoyó su recuperación, no estando disponible para el partido del domingo. Estas decisiones las tomó el experimentado equipo médico del equipo irlandés, que comprende las necesidades del jugador, pero siguiendo un proceso convenido por World Rugby y sus partes interesadas.
En cada área de la medicina moderna, se utiliza el cuidado individual. Esta filosofía se adopta en el deporte y cada jugador es tratado como un individuo. Decisiones de tratamiento objetivo se toman en base a los síntomas, historia médica previa, perfil de riesgo y respuestas en cada etapa del protocolo de regreso al juego. Ningún jugador debería regresar al juego salvo que esté 100% listos, sin importar cuanto tiempo lleve.
Estos protocolos en constante evolución han hecho del rugby un líder en la gestión del riesgo de conmoción en el deporte. Pero es no alcanza. Quiero dejar al deporte en una posición aún más fuerte que el que está hoy. Para lograrlo, debemos abrazar la tecnología, incorporar el último conocimiento, trabajar con los representantes de los jugadores y comisionar, financiar y colaborar en proyectos de investigación para beneficiar a los jugadores en todos los niveles. La semana pasada lanzamos nuestro proceso de aplicación por fondos 2021, y hemos invertido casi €1 millón en esta área desde 2015.
Soy el Director Médico de World Rugby desde enero de 2020. Previo a eso, trabajé con los British and Irish Lions, Irlanda y Munster. Antes que eso, soy médico y padre. Estos dos roles vienen con gran responsabilidad y sostienen todo lo que hago en World Rugby. Me preocupan profundamente los jugadores y mi trabajo es utilizar los últimos avances en la ciencia y la medicina para que el rugby sea lo más seguro posible, para que mis hijos y los suyos puedan disfrutar los beneficios que el rugby trae para las futuras generaciones.
En toda la comunidad del rugby, tanto de elite como amateur, hay cientos de profesionales médicos que comparten este objetivos. Trabajamos juntos para mejorar, bajo intenso escrutinio, el deporte que amamos. Son todos parte de un gran equipo trabajando para proteger y mejorar el bienestar y seguridad del jugador. Esa es nuestra misión y prioridad.
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