La entidad madre del rugby internacional (World Rugby) anunció este miércoles la extensión del recurso a consultores externos en lo referente a las conmociones cerebrales, que será “obligatorio” en algunos casos, entre ellos el de la posibilidad de regresar al terreno de juego en los diez días posteriores a sufrir el daño.
La instancia del rugby mundial explicó en un comunicado que utilizó “consultores independientes” en materia de conmociones cerebrales durante los Mundiales de 2015 y 2019. Desde el 1 de agosto, los médicos de los equipos deberán obligatoriamente consultar con uno de esos expertos en varias situaciones.
Además de para retomar la actividad en un plazo de diez días, habrá también que recurrir a los consultores en los casos de jugadores que ya hubieran sufrido una conmoción cerebral “en los tres últimos meses” o los que hayan sido víctimas de “dos conmociones cerebrales o más en el curso de los doce últimos meses” o los que hayan sufrido cinco lesiones de ese tipo “o más desde que comenzaron en el rugby”.
“Nuestro compromiso es extender esta iniciativa al conjunto del rugby de élite (…) Es un gran paso adelante para el bienestar de los jugadores”, señaló Eanna Faley, responsable médica de World Rugby.
La instancia estableció una lista de una decena de consultores a los cuales “las federaciones pueden igualmente proponer añadidos”.
La cuestión de los golpes y las lesiones en la cabeza, ya sea en el rugby o incluso en el fútbol, se comenta cada vez más, especialmente por los riesgos de enfermedades o trastornos a largo plazo.
A principios de diciembre, un grupo de exrugbiers profesionales, entre ellos el campeón mundial en 2003 Steve Thompson, había anunciado su intención de pedir cantidades en concepto de daños y perjuicios a World Rugby y a las Federaciones de Inglaterra y Gales, después de que se les diagnosticaran problemas neurológicos.
Estos exjugadores estiman que los numerosos golpes recibidos en los entrenamientos y partidos están detrás de esos problemas.
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