“Lucas era la mejor persona del mundo y estaría feliz al saber que alguien vive en parte gracias a él”, le dijo a TN Deportivo Mateo Pierazzoli, uno de los hermanos del jugador de Hurling fallecido el domingo.
La familia de Lucas Pierazzoli, el rugbier del club Hurling fallecido el domingo como consecuencia de un golpe sufrido el sábado durante el partido que su equipo jugó ante Sitas, cumplió con la voluntad del jugador, donó sus órganos y, según confirmó uno de sus hermanos a TN Deportivo, Lucas ya salvó una vida.
“Ahora sabemos que Lucas sigue viviendo en otras personas”, celebró Mateo Pierazzoli, uno de los tres hermano del jugador fallecido luego de sufrir una grave lesión en las vértebras que le provocó muerte cerebral. Apenas los médicos del Hospital Posadas le confirmaron que lo de Lucas era irreversible, la familia decidió cumplir con la voluntad del joven de 28 años.
“Lucas ya era donante de órganos”, contó Mateo y añadió: “Siempre ayudó a la gente, siempre se preocupaba por quienes lo rodeaban, pero también por muchos a quien no conocía, por eso esto es lo que él hubiese querido y estaría muy feliz al saber que alguien vive en parte gracias a él”, destacó.
Consultado sobre cómo era Lucas, Mateo no tuvo dudas: “Era generoso, pensaba más en el prójimo que en sí mismo. Lucas era la mejor persona del mundo”, sentenció.
La conmovedora despedida de la familia de Lucas Pierazzoli
Lucas era uno de los cuatro hermanos Pierazzoli (Mateo, Juan, Lucas y Simón) . Su papá, Guillermo Billy Pierazzoli, publicó un emotivo texto junto a una foto en la que Lucas aparece de espaldas, como yéndose.
“En el fondo de un viejo estanque vivía un grupo de larvas que no comprendían por qué cuando alguna de ellas ascendía por los largos tallos de lirio hasta la superficie del agua, nunca más volvía a descender donde ellas estaban. Se prometieron una a otra que la próxima de ellas que subiera hasta la superficie, volvería para decirles a las demás lo que había ocurrido. Poco después, una de dichas larvas sintió un deseo irresistible de ascender hasta la superficie. Comenzó a caminar hacia arriba por uno de los finos tallos verticales y cuando finalmente estuvo fuera se puso a descansar sobre una hoja de lirio. Entonces experimentó una trasformación magnífica que la convirtió en una hermosa libélula con unas alas bellísimas. Trató de cumplir su promesa, pero fue en vano. Volando de un extremo al otro de la charca podía ver a sus amigas sobre el fondo. Entonces comprendió que incluso si ellas a su vez hubieran podido verla, nunca habrían reconocido en esta criatura radiante a una de sus compañeras. El hecho de que después de esa trasformación que llamamos muerte no podamos ver a nuestros seres queridos ni comunicarnos con ellos, no significa que hayan dejado de existir”.
La despedida de Simón Pierazzoli: “Mi héroe. La persona más querida del mundo. Te amo hoy y siempre hermano. Dejaste una gran huella en mucha gente, por la forma en la que amaste y disfrutaste jugar al rugby, y aún más importante, por la forma en la que amaste a las personas. Mi puto héroe. No me alcanzan más palabras para describir lo mucho que te amo y lo que voy a extrañar, a vos, tus chinchus, y tu “que haces samoi” de cada fin de semana. Gracias por todo pino, lleca, piera, luquitas. El cielo se ganó un guerrero, el mejor de todos. Racing y Hurling para todo el pueblo argentino 💚💙”.
Por Luana Viera
tn.com.ar