Derroto como local a Salta por un contundente 43 a 7.
Apuntalado por un sistema de juego efectivo, Buenos Aires consiguió su primer objetivo en el torneo al clasificarse para las semifinales. El buen triunfo logrado frente a Salta por 43 a 7 confirma que Las Aguilas presentan, en su versión 2006, un estilo renovado y ambicioso.
Con el ataque sostenido como premisa elemental pero respaldado también por una importante defensa, Buenos Aires asume su lugar de candidato natural cumpliendo un muy buen papel. De esta forma, el equipo de la dupla Fernández Gill-Turnes se clasificó para las semifinales del 62° Campeonato Argentino con un detalle estadístico destacable.
Tras dos presentaciones que devinieron en sendos triunfos marcó un total de 11 tries y sólo recibió dos en contra. Una performance que refleja fehacientemente la situación que vive el equipo porteño. Luego de los dos años que le tomó recomponer su figura y promover un lógico recambio (fue bicampeón en 2002 y 03), vuelve a posicionarse con un plantel pleno de valores.
En ciertas ocasiones, contar con gran cantidad de figuras no significa tener el éxito asegurado. Pero en el caso específico de Buenos Aires sí, al menos hasta ahora. Uno de los factores predominantes que permiten que el seleccionado no sea una acumulación de talentos sino un equipo con jugadores destacados es su equilibrio.
La juventud y la experiencia están bien balanceadas ya que los puestos de mayor gravitación y de toma de decisiones están bajo el mando de los hermanos Fernández Miranda (Nicolás y Juan de la Cruz). Dos jugadores de probada y reconocida trayectoria que ocupan un importante rol dentro del plantel.
Lunita tucumana
Si bien el lugar en semifinales ya está asegurado, una victoria sobre Tucumán significará mantener la localía para las fases siguientes. Por eso mismo, el viaje que emprenderá hacia la provincia mediterránea encierra un doble desafío. Por un lado, el seleccionado naranja es el defensor del título y no dió muestras de querer dejar de serlo (también se alzó con dos triunfos); y por el otro, será una prueba para el temple de este equipo.
La ausencia de todos los jugadores de Hindú Club (viajan a Italia con su equipo para medirse con el campeón de ese país) provocará un importante movimiento interno. No contará con la pareja de medios titular y tampoco estará el incisivo Juan Ignacio Gauthier entre las filas bonaerenses. El puesto de apertura y el de medio scrum serán ocupados por Marcelo Bosch y Francisco Albarracín. Ambos forman una atrayente sociedad que ya pudo verse en acción en los partidos preparatorios a este certamen y en parte del triunfo ante Salta.
A pesar de haber alcanzado el objetivo primario con solvencia, Eduardo Fernández Gill no oculta su preocupación por ciertos errores cometidos. “Estoy contento pero igual tenemos que seguir trabajando porque tenemos déficit en el juego de contacto ya que (los rivales) nos están ´ensuciando´ mucho la pelota”. Con respecto a no contar con parte del equipo, aseguró que “son bajas muy importantes pero este es un gran plantel. Lo importante es que no son 15 sino es un equipo que está trabajando con muchísima humildad que es algo que rescato”. Con el horizonte apuntando hacia el sábado que viene y el reto asumido contra la potencia del campeón, el coach no disimuló su pensamiento al fruncir el ceño y sostener que “el enfrentamiento ante Tucumán será una batalla muy importante”.
Fuente: Rugby Time