La ilusión y la resistencia de Córdoba duró sólo un tiempo, el primero. Tucumán ganó sin dudas a Córdoba por un inobjetablemente 40 a 26.
La ilusión y la resistencia de Córdoba duró sólo un tiempo, el primero. Luego, se derritió al calor de la caldera que fue anoche, como tantas veces, el Tucumán Lawn Tennis. Tucumán ganó inobjetablemente 40 a 26 y es finalista del Campeonato Argentino. Su rival será Buenos Aires, que lo esperará ávido por vengar la derrota de la fecha anterior, en este mismo escenario.
La igualdad en 16 con la que finalizó la etapa inicial reflejó el muy buen trabajo de Los Dogos en ese período. Aunque la iniciativa casi siempre fue del local, fruto de una presión asfixiante, hubo una gran tarea de la primera línea defensiva cordobesa. Esa defensa, la actitud general y el pie de Bustos Moyano lo mantenían vivo, y hasta se dio el gusto de anotar un try cuando logró soltar a sus tres cuartos y San Martín dio la última puntada. Fue el mejor momento de Córdoba.
El murmullo que recorrió el estadio en el descanso era una señal de que la historia no había transcurrido como la habían imaginado los tucumanos. Pero pronto, a los 2m del segundo tiempo, el segunda línea Lazcano Miranda apoyó en el in goal cordobés: fue un aviso de lo que se vendría. Pese a que descontó rápido Bustos Moyano con un penal, ya no habría forma de detener al aluvión local.
Tucumán se hizo muy fuerte con sus forwards y comenzó a marcar diferencias, a tal punto que a los 15 Dande apoyó fruto del empuje del scrum de su equipo. Ese try, y el de Galindo cuatro minutos después, fueron dos golpes demasiado duros para los cordobeses.
Gil, entrenador de Los Dogos, movió la primera línea (ingresaron los villamarienses Dagatti y Menta) pero ya había poco por hacer. Se acercó Córdoba con el try de San Martín a los 24 (convertido por Bustos Moyano) y dejó el alma en la cancha, que a esa altura era un infierno, pero no alcanzó. Para colmo, cuando logró obtener pelotas, no supo jugarlas con precisión.
No bastó con la entrega y con la prolijidad, Córdoba no tuvo punch y lo pagó muy caro ante un rival que de local se agranda hasta límites insospechados. Su mayor virtud fue no haber bajado nunca los brazos, pero para derrotar a Tucumán en su casa y pretender llegar a una final de un Argentino se necesitan otros atributos. Con lo que tiene le alcanzó para caer con dignidad en un reducto muy bravo.
Síntesis
TUCUMAN: Lucas Barrera Oro; Gustavo Terán, Martín Pintado (33m ST Patricio Studert), Agustín Vallejo y Aníbal Terán; Tristán Molinuevo y Diego Ternavasio; Agustín Guzmán (5m ST Agustín Guzmán), Alvaro Galindo y Miguel Centurión (33m ST Dino Cáceres); Gabriel Pata Curello y Gerardo Lazcano Miranda; Omar Moallah (5m ST Bruno Cuezzo), Mariano Vie y Leopoldo de Chazal. Entrenadores: Ricardo Le Fort y Alejandro Molinuevo.
CORDOBA: Martín Bustos Moyano; Nicolás Rivas (17m Lisandro García), Horacio San Martín, Felipe Leonelli y Francisco Massanet; Andrés Guillamondegui (33m ST Agustín Simo) y Pablo Rusculleda; Genaro Fessia (30m ST José Somaré), José Basile y Agustín Achával; Pablo Nota y Marcos Lobato; Ignacio Masetti (17m ST Angel Menta), Rodrigo María y Leonardo Ortiz (19m Matías Dagatti). Entrenador: Martín Gil.
TANTOS:
Primer tiempo: 4, 13 y 18m penales de T.Molinuevo (T), 6m gol de Bustos Moyano por try de San Martín (C), 9, 20 y 31m penales de Bustos Moyano (C), y 27m gol de T. Molinuevo por try de Centurión (T).
Parcial: Tucumán 16, Córdoba 16.
Segundo tiempo: 2, 16 y 21m goles de T.Molinuevo por tries de Lazcano Miranda, Dande, y Galindo (T), 4m penal de Bustos Moyano (C), 25m gol de Bustos Moyano por try de San Martín (C), y 28m penal de T. Molinuevo (T).
Amonestados: 35¹ ST Dande (T).
Cancha: Lawn Tennis.
Arbitro: Leonardo Borghi (BA).
Por Hugo Juarez (La Voz del Interior)
Desde el touch
Una multitud. El Tucumán Lawn Tennis parecía anoche una cancha de fútbol. Se vistió con unas 7.000 personas, pero además con el color y el calor propios de un partido de fútbol. Mucho canto, banderas y aliento, y también abundante humo de choripán fueron parte del espectacular marco .
Parecidos. Córdoba con camiseta roja, Tucumán con naranja y partido nocturno formaron un cóctel que complicó la distinción de los jugadores. Sí ayudaron los pantaloncitos: blancos los de los cordobeses, oscuros los de los tucumanos.
Paternidad. Con la victoria de anoche, Tucumán acentuó su paternidad. Ahora, los naranjas aventajan en siete victorias a Los Dogos: 15 a 8. Y ni hablar de los partidos jugados en Tucumán, que parece un reducto inexpugnable para los cordobeses: se enfrentaron 10 veces con ocho triunfos locales. El año pasado, también en semifinales, Tucumán ganó 43-18.