El jugador de los 20 años en primera división

¿Cuántos jugadores de Córdoba tienen 34 temporadas encima? no creo que sean muchos. El que si cumplió con este objetivo fue el medio scrum del Córdoba Athletic, Christian Barrea. El 9 habló con CORDOBAXV sobre todo lo que significa su paso por el rugby local.
– ¿Cómo vivís esto de haber cumplido 20 años en la primera división del Córdoba Athletic?
– La verdad que muy emocionado por la sorpresa del sábado pasado. Durante estos 20 años en primera he vivido todas las emociones que un deportista puede vivir y sentir, el jugar tanto tiempo en la primera de tu club te hace una persona sumamente agradecida con el deporte primero, con la institución después y por supuesto con las personas que estuvieron y están al lado tuyo durante todo este tiempo.
– Cualquiera que te escucha diría ¡20 temporadas en el rugby cordobés!
– Te quedas corto son 34 temporadas en el Rugby de Córdoba, ya que comencé a jugar a los 4 años en mi club y sigo hasta el día de la fecha, nombro todos los años porque la etapa de juveniles fue muy grata para mi y fue ahí donde conocí mucha gente de otros clubes con los cuales somos amigos hasta el día de hoy (aquel seleccionado juvenil M-19 Campeón Argentino en Gral Roca) y por supuesto estos últimos 20 años jugando en la primera de mi club con casi 40 años de edad y con 10 campeonatos Argentinos jugados en primera que mas puedo pedir, es un rugby duro, sacrificado, pero a la vez muy gratificante!!!
– ¿Cuál fue la clave de semejante carrera?
– Creo que no fue uno, si no varios factores que nfluyeron en mi carrera. Lo primordial y esencial fue que en mi casa me enseñaron que el Rugby es un deporte de caballeros y por tal motivo uno debía respetar El deporte primero, el rival después y el referee sobre todo. Creo que la Humildad y esfuerzo, fueron siempre cualidades que me caracterizaron y te lo pueden decir todos y cada uno de los entrenadores que he tenido. Otro punto es no creérsela ya que hoy estas arriba pero en cualquier momento podes caer, es un sacrificio constante. Yo nunca fui un tipo habilidoso como el Chacho, o el Negro Martín, por ejemplo, y sin embargo jugué en Los Pumas de medio scrum cuando tampoco tenéa el mejor pase, pero suplía mis falencias con actitud, actitud al juego, al trabajo, al esfuerzo, y al sacrificio por que las cosas funcionaran. Otra de las causas del éxito fue y sigue siendo hasta el dìa de hoy, el apoyo incondicional de mi Familia, Mamá, Papá cuando estaba presente y se que hoy lo hace desde arriba, mis hermanos y mi mujer con mis hijos que hoy me bancan a pesar que por ahí debería tener otras prioridades.
Y por último aprendí, y aprovecho la oportunidad para agradecerles, de todos y cada uno de mis entrenadores y formadores del juego y de la institución, de mi club y de otros cuando me toco que me entrenaran. Viste que son muchos los factores, y te podria seguir enumerando…..
– ¿Qué se te cruzó por la cabeza en el momento que te reconocieron esta gran trayectoria en tu club?
– La verdad no me lo esperaba, nunca había visto una cosa así en mi club y mira que hubo grandes jugadores eh….. Me sorprendí mucho, y la verdad me emocione hasta las lagrimas, es muy lindo que te reconozcan, pero la verdad que el que tiene que decir GRACIAS soy Yo hacia el club al que voy desde la panza de mi Mamá y que lo único que ha hecho siempre es educarme y de la mejor manera. Creo que el club es en realidad mi segundo hogar y no lo digo como frase echa, si no porque realmente lo siento así. No me va alcanzar la vida para devolver la mitad de lo que el club me dio a mi, y encima me agradecen a mi por seguir jugando, no lo puedo creer.
– Se te vio muy emocionado con todos tus familiares sobre todo con tu madre y hermanos
– Si estaba mi mujer Sandra, mis hijos Agustín y Octavio que lo tenía en brazos, mis 5 hermanos, mis cuñadas, mis sobrinos (5 juegan en el club) mis suegros, muchos amigos y mi VIEJA que es la que desde que estaba en su panza me llevaba al Club y estaba ahí, siempre ahí, y también mi VIEJO que seguro desde el Cielo miraba como disfrutábamos todos de lo que estaba pasando, la emoción es muy grande y muy difícil de explicar, te pasa una película de todo lo que viviste por y para el RUGBY y tu Club.
– ¿Cuánto tuvieron que ver ellos en todo esto?
– TODO.
– A la hora de hacer un balance de toda tu carrera ¿cómo sería un orden de prioridades dentro de todas las experiencias vividas?
– Creo que en primer lugar pondría la posibilidad que me dio el deporte de relacionarme con tanta gente y hoy poder utilizar esa experiencia en lo laboral, con mis compañeros de trabajo (a los cuales me toca dirigir un grupo de 55 profesionales y les inculco permanentemente el trabajo en equipo), después el pilar fundamiental que fue el apoyo incondicional de la familia, luego la constancia por parte mía al saber de mis limitaciones pero suplirlas con esfuerzo y sacrificio, otro de las prioridades es el haber cumplido en ciertos momentos y en ciertos lugares (suerte de haber podido estar) y de quedar en distintos seleccionados, y los logros que uno va teniendo a lo largo de la carrera deportiva, muchos éxitos me han tocado festejar a mi y eso te pone las pilas para seguir adelante.
– Dicen que ser campeón con el club es lo mejor que te puede pasar…
– Siiii. He tenido la suerte de salir hasta ahora con la primera del club campeón 4 veces, y también he obtenido varios títulos más (2 campeonatos mundial de FIRA con los Pumitas y un Sudamericano, un campeonato Argentino Juvenil con Cba, 3 campeonatos de Mayores con Córdoba, un Campeonato Panamericano con los Pumas y 2 Copas Latinas, etc) pero la verdad que festejar como se festeja en el Club y con tu gente es increible.
– ¿Te animas a trazar una línea de tiempo sobre como ves el rugby de nuestra provincia año 2000 y veinte años para atrás?
– Mira hace 20 años atrás era otro deporte, ni si quiera otro Rugby, a mi me toco debutar muy joven con 18 años y la verdad que viendo hoy el pasado era una locura, era muy peligroso, el solo echo de jugar con un solo árbitro, sin linesman, la preparación física, la indumentaria, el estado de las canchas, TODO.
Hoy es mucho mas fácil, más divertido, menos improvisado, TODO cambio, por ahí escucho;”huy mira lo que es esta cancha y pienso, si hubieras jugado 20 años atrás, pero hoy la realidad es otra hasta en el juego, me siento un privilegiado de poder disfrutar hoy de este RUGBY, pero también de poder recordar aquel otro Rugby que fue con el que me forje.
El rugby de hoy es bárbaro es mucho más ágil y divertido. Creo que los que estudian el juego para cambiar las reglas están haciendo un trabajo fantástico, insisto hoy no puede jugar cualquiera, no podes hacer penales, no podes jugar con mala intención, no podes cometer errores de manejo, debes tener buena obtención pero mejor utilización y sobre todo una buena defensa. Hoy los equipos invierten más tiempo en la semana trabajando defensa que ataque, nosotros 20 años atrás, entrenábamos como defendernos de los equipos que tenían mala fe para no lastimarnos, y de defensa organizada o en equipo era muy poco lo que se lograba entrenar.
– Nombrame tres grandes referentes que van de la mano con todos tus logros
– El principal referente de mi carrera deportiva fue y sera siempre mi CASA, mi formación familiar con el apoyo de mis padres y mis hermanos. En segundo lugar el apoyo incondicional de mi CLUB, que creo es uno de los mejores en cuanto a la parte humana-deportiva (se esta realizando un trabajo de institucionalidad de VALORES y sentido de pertenencia, que jamas lo vi en ningún otro lugar, y por último todos y cada uno de los entrenadores que me han formado, de mi club o no, a cada uno de ellos le debo un agradecimiento por lo que pude hacer en estos 34 años como jugador de Rugby.
– ¿Cuánto tiempo más Córdoba va a tener a Christian Barrea en una cancha?
– La verdad es que me gustaría tener la cabeza de ahora y el físico de hace 20 años atrás, pero en verdad que el rigor de los entrenamientos y las responsabilidades cada vez van dejando de lado la posibilidad de seguir, jamas anuncie un retiro, ni tampoco lo niego, pero creo que no me queda mucho mas……….
Por Martín Quetglas