La mamá de Blas Correas fue la ganadora del certamen organizado por La Voz. Los otros dos finalistas, Ignacio Busso y Claudio Mazuqui, también recibieron sus reconocimientos.
La mañana del 18 de diciembre, horas antes de la final del Mundial entre Argentina y Francia, La Voz anunciaba que Soledad Laciar había resultado elegida Personalidad Cordobesa 2022. Soledad, mamá de Blas Correas, además de estar presente y ser testigo con entereza en el juicio por el crimen de su hijo, se ha convertido en una voz en contra de la violencia institucional.
Este jueves 29 de diciembre, Soledad recibió la distinción de Personalidad Cordobesa en la Redacción de La Voz, adonde llegó acompañada por su pareja y sus hijas más pequeñas.
“Si la gente dijo ‘se lo merece’ es porque se lo merece la lucha, no Soledad, ni Juan, ni un nombre en particular. Se lo merece la familia, los amigos, los que no conozco y acompañan en la lucha. Este reconocimiento es para todos ellos también. Y para seguir cargando esta mochila que me puse con orgullo y que seguiré llevando conmigo”, añade.
La votación del público de manera online definió tres finalistas a Personalidad Cordobesa: el juez de niñez Claudio Mazuqui, el entrenador de rugby inclusivo Ignacio Busso y Soledad Laciar. Ella resultó elegida por el jurado que entrega esta distinción y que tiene entre sus integrantes a quienes ganaron este mismo premio en sus anteriores ediciones.
Soledad añade, en relación con su acción para visibilizar y frenar los casos de violencia institucional: “Creo que hay muchos buenos policías, estoy convencida de que es así. Hay que lograr que la Justicia castigue a los malos y que premie a los buenos. Que esos no sientan que hacen las cosas mal. Si no parece que estamos en el mundo del revés. Es difícil cambiar eso, pero no imposible”.
Y agrega, con esperanza: “Mi objetivo es que mis hijas salgan a la calle y, si tienen un problema, busquen a un policía. El día que consiga eso, sentiré que la misión está cumplida”.
FINALISTAS: CLAUDIO MAZUQUI E IGNACIO BUSSO
También recibieron sus reconocimientos el juez de Niñez Claudio Mazuqui y el entrenador Ignacio Busso.
“Lo más importante es tratar de mejorar el mundo en el que vivimos. Con esos proyectos ayudamos a personas y a familias que la pelean las 24 horas del día. Les damos una mano en un espacio saludable, donde los chicos pueden desarrollar lo físico, lo social y lo educativo. Es un puntapié para que las familias puedan disfrutar un poco fuera de las rutinas de terapias”, dice.
Agrega que otro objetivo es que las personas con discapacidad sean incluidas en lo laboral: “A eso queremos apuntar el año que viene, con el deporte como herramienta”.
Y finaliza: “También quiero que se multiplique la acción en otros clubes y en otras disciplinas. El premio ayuda porque nos da visibilidad. Queremos que otros clubes sepan lo que hacemos y que hay información y conocimiento para compartir. También, que las familias se enteren de que existe este espacio y que se pueden sumar”.
Claudio Mazuqui reside en Huinca Renancó, donde es juez de Niñez y junto a su equipo logró ser impulsor del lenguaje claro en la Justicia, sobre todo en sentencias de adopción a niñas y niños.
“La visibilidad de este reconocimiento también sirve para seguir acompañando la campaña ‘Adopte niñes grandes’. Los medios, las redes y la difusión son maneras de amplificar una acción que de otra manera quedaría en un despacho. Y en torno al lenguaje claro, suma para que otros jueces consideren el lenguaje pensando en la niñez, desde la empatía”, aporta.
“Lo importante es pensar en la singularidad de cada niño. Cuando hablamos de adopción hablamos de derechos vulnerados. No podemos revertir su historia pero sí mirar hacia adelante”, concluye.
Fuente: La Voz del Interior
Créditos: La Voz del Interior
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