London Irish se enfrenta a una fecha límite crítica del 30 de mayo, impuesta por la Unión de Fútbol de Rugby (RFU), para finalizar la adquisición del club Gallagher Premiership.
La RFU ha fijado este plazo debido a que los posibles compradores no han presentado pruebas de los fondos hasta el momento, lo que genera preocupaciones sobre la estabilidad financiera del club.
El incumplimiento de este plazo daría lugar a la suspensión de London Irish de la Premiership, lo que agravaría su ya precaria situación.
Con una asombrosa deuda de £ 30 millones, el propietario Mick Crossan había expresado previamente su voluntad de vender el club por una mera libra si tuviera la oportunidad.
Las consecuencias potenciales del fracaso de la adquisición son terribles, lo que genera dudas sobre la inversión futura de Crossan y pone en peligro la existencia continua de London Irish como club de la Premiership.
Reconociendo los riesgos potenciales involucrados, la RFU, Premiership Rugby y la Asociación de Jugadores de Rugby (RPA) están decididos a evitar que se repitan los colapsos de mitad de temporada de Wasps y Worcester de la temporada pasada, los cuales entraron en administración y posteriormente fueron relegados.
En un comunicado emitido por el sindicato, enfatizaron la necesidad de abordar la incertidumbre y las especulaciones que prevalecen en torno al futuro del club, ya que está afectando a jugadores, personal y fanáticos por igual.
Escribieron: ‘La adquisición propuesta de London Irish por parte de un consorcio estadounidense ha generado una cantidad significativa de incertidumbre y especulación sobre el futuro del club, lo que está teniendo un impacto en los jugadores, el staff de entrenadores y los hinchas. Como resultado, la RFU, la Premiership Rugby y la RPA buscan tomar medidas para obtener una mayor claridad sobre el futuro del London Irish”.
Créditos: @londonirish (Twitter)