Emmanuel Macron vivió una experiencia especial el reciente fin de semana antes de un partido en el Stade de France. En la previa de la final del Top 14 entre el Toulouse y el La Rochelle, los jugadores fueron presentados al presidente de la nación en el terreno de juego en una actividad protocolar. Lo no imaginó el Jefe de Estado es que uno de los jugadores le iba a hacer un inesperado pedido en ese preciso instante.
Mientras saludaba uno por uno a los protagonistas del partido por el título, Macron quedó involucrado en un momento bastante insólito con el medio scrum del La Rochelle, Uini Atonio. El nacido en Nueva Zelanda aprovechó la ocasión para pedirle al Jefe del Estado que le facilitara el trámite de su pasaporte. “Hola Emmanuel, ¿cómo estás? ¿Me estás acelerando el pasaporte? Estás acelerando mi pasaporte, ¿verdad?”, dijo el jugador acercándose al oído derecho del presidente aunque las cámaras alcanzaron a grabar ese pedido.
El mandatario se limitó a sonreír y lanzar una frase al aire antes de evadir el suceso: “¡Que tenga un buen final!”. Oriundo de Nueva Zelanda de padres samoanos y seleccionado 50 veces para el XV de Francia, evidentemente Atonio aún no tiene pasaporte. Después del partido, Emmanuel Macron apareció tomando una cerveza directamente de la botella en el vestuario de los ganadores y en Francia volvieron a criticarlo por un supuesto favoritismo a favor del Toulouse.
En lo que refería al partido, se enfrentaban los dos mejores equipos de la fase regular. El más ganador de Francia y Europa, Toulouse, ante un cuadro que no consiguió ser campeón del rugby galo, a pesar de ganar el título continental hace algunas semanas. La primera parte tuvo al favorito adelantándose en el marcador, a través de la certeza de Thomas Ramos frente a los palos. Sin embargo, La Rochelle emparejó el marcador sobre el final del primer tiempo y se fueron al descanso 13-13.
En el complemento se observó a un Toulouse con mayor convicción pero como ocurrió durante gran parte del partido, los embates del cuadro campeón eran bien contenidos por la defensa del cuadro marítimo. A la incertidumbre final se sumó que Romain Ntamack, tal vez el mejor de Europa y uno de los mejores del mundo, estaba errático con el pie y dejó el duelo abierto para cualquiera. Todo se decidió en el último minuto cuando el mismo apertura realizó una impresionante carrera desde terreno propio esquivando a los rivales y anotó el try definitivo que le dio una nueva estrella al Stade Toulousain por 29 a 26.
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