No existe jugador en el planeta rugby que pueda olvidar su primer partido representando a su país y mucho menos si se trata de un estreno en una Rugby World Cup.
Pero hay ejemplos de sobra de jóvenes talentos que fueron elegidos para disputar una Copa Mundial de Rugby sin haber debutado previamente en su seleccionado.
Existen más de 200 casos de apellidos prometedores que tuvieron su bautismo sagrado desde que se disputó la RWC en 1987, donde más de la mitad de esta cifra lo hizo en los tres primeros mundiales durante el amateurismo.
Cuando se activa la máquina del tiempo no hace falta más que viajar a la historia de varias leyendas del rugby que iniciaron su carrera en una RWC y pudieron coronarse campeones mundiales.
En los All Blacks los ejemplos más emblemáticos son los de los tercera línea, Michael Jones y Zinzan Brooke, miembros del plantel que se adjudicó la primera Copa Webb Ellis. Ó el caso de los seguidores australianos que fueron testigos presenciales del debut del wing Joe Roff en la RWC 1995, cuatro años antes de consagrarse campeón del mundo con los Wallabies en 1999.
Inglaterra no se queda atrás ya que en el plantel campeón de la RWC 2003, el tercera línea Joe Worsley sumó su primer cap enfrentando a Tonga en la Copa del Mundo de 1999.
Una larga lista
Hay sobrados ejemplos de aquellas joyas que empezaban a brillar como es el caso de Va’inga Tuigamala, que lo hizo debutando para Nueva Zelanda en la RWC 1991 antes de jugar para Samoa. En una nómina que pueden sumarse jugadores como Frank Bunce, Richard Loe, John Gallagher y Norm Hewitt.
Además de jugadores que debutaron para sus selecciones europeas en una Rugby World Cup como los galeses Gareth Thomas y Ken Owens, el centro irlandés Gordon D’Arcy y una máquina de sumar puntos como Chris Paterson, en Escocia.
La mayoría de estos bautismos fueron en fase de grupos aunque siempre hay excepciones a la regla en partidos importantes y de alta intensidad. Como es el caso del tercera línea galés, Richard Webster, que acuñó su primer test internacional en la final de bronce contra Australia en 1987.
Pero nadie alcanzará la magnitud de un rápido e inesperado estreno como el que tuvo el francés Jean-Marc Doussain. Un mes después de haber disputado la U20 Championship, en Italia, el apertura galo fue convocado para Les Bleus en la RWC 2011 por la lesión de David Skrela.
Doussian debutó nada más ni nada menos que cuando restaban 5 minutos para que termine la final de la Rugby World Cup 2011 ante Nueva Zelanda. A pesar de la derrota por 1 punto no se olvidará jamás de aquel momento.
Un cambio de paradigma
A partir del profesionalismo esta tendencia comenzó a disiparse ya que el incremento de partidos de preparación entre mundial y mundial permitió a los entrenadores a poder ver a sus jugadores elegidos en acción.
Por ejemplo en la RWC 2019 disputada en Japón hubo solamente 4 casos de debutantes en una Copa Mundial de Rugby: Jordan Petaia (Australia), Joaquín Jaunsolo (Uruguay), Pierre-Louis Barassi (Francia) y PJ Walters (Namibia).
Para esta Rugby World Cup 2023 la lista de jugadores sin caps hasta el momento es la siguiente: Oela Blaauw (Namibia), Adam Coleman (Tonga), Sione Halasili (Japón), Max Jorgensen (Australia), Ben Lam (Samoa) y Benjamín Videla (Chile).
Nuestro Dream Team con debut en RWC es el siguiente: John Gallagher (NZL); Gareth Thomas (GAL), Frank Bunce (NZL), Gordon D’Arcy (IRE), Va’inga Tuigamala (NZL); Chris Paterson (SCO), Jean-Marc Doussain (FRA); Paul Wallace (IRE), Norm Hewitt (NZL), Richard Loe (NZL), Willie Los’e (TGA), Bob Casey (IRE), Schalk Burger (RSA), Michael Jones (NZL), Zinzan Brooke (NZL).
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Créditos: World.Rugby