Sudáfrica, último campeón del mundo y último campeón del Tres Naciones, parece estar en caída libre. El seleccionado que conduce Peter deVilliers ha mostrado una imagen muy pobre en cuanto a sus últimas apariciones en el rugby internacional.
Sudáfrica, último campeón del mundo y último campeón del Tres Naciones, parece estar en caída libre. El seleccionado que conduce Peter deVilliers ha mostrado una imagen muy pobre en cuanto a sus últimas apariciones en el rugby internacional. El sábado pasado frente a los Wallabies (hacían su debut en el Tri Nations), se vieron desbordados por el juego que les planteó el equipo de Robbie Deans. No sólo que Australia le ganó de manera inobjetable al conjunto de camiseta verde, sino que desnudó una vez más que los Springboks no vienen pasando por un buen momento.
El 15 de camiseta verde no sólo no encuentra el nivel rubístico deseado, sino que está siendo muy indisciplinado, lo cual hace que su performance sea chata, desconocida y de poco nivel.
Ahora cabe esta pregunta: de acuerdo a lo visto en los tres partidos que se disputaron del Tres Naciones 2010, qué preocupa más, ¿el alto rendimiento que tuvieron los All Blacks y los Wallabies ó el bajo nivel deportivo de Sudáfrica? La respuesta parecería ser que tanto la performance de Nueva Zelanda como la de Australia no han dejado duda alguna de que ya le han tomado el tiempo a los sudafricanos y esto hace que la balanza se haya equilibrado.
En cuanto al equipo capitaneado por Juan Smit, todo hace pensar que sus mayores virtudes, como la concentración, el juego agresivo en los puntos de contacto y la vehemencia con la cual jugaba este equipo en el uno contra uno, ya no le dan ningún resultado. Pero cuidado, tanto el conjunto de camiseta negra como el de camiseta amarilla vienen desarrollando un análisis muy exhaustivo de cómo juegan los últimos campeones del mundo y eso hizo que prácticamente los Springboks dejaran de tener secretos a la hora de plantear cada uno de los test match.
Los Wallabies el sábado pasado en Brisbane no sólo que marcaron dos tries (Mitchell, Genia), una conversión (O’Connor) y cinco penales (Matt Giteau), sino que le planteó un partido muy dinámico, con una excelente defensa y por sobre todo con un nivel de concentración superlativo.
Ahora los australianos, más allá de haber comenzado con el pie derecho en su debut en el Tri Nations, en su país van a recibir a Nueva Zelanda, en lo que será no sólo el gran clásico de Oceanía, sino que los amarillos tendrán la gran posibilidad de ponerle un poco de equilibrio a la estadísticas, las cuales son lideradas por el XV Kiwi y en muy buena ley.
Es hora de jugar. El sábado que viene los amantes del mejor rugby del mundo deberán levantarse temprano en la Argentina, ya que a las 6.55 chocarán el número uno y el número tres del ranking de la IRB con el único objetivo de continuar cosechando triunfos en esta gran carrera que tiene como finalidad levantar la copa.
Por Martín Quetglas (ambito.com / suplemento alrugby.com)
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