La UAR ya no quiere seguir con Sportfive. Su propósito es tratar de rescindir el contrato
Las mil y una variables que depara la alborotada situación del rugby argentino siguen sin dejar claras señales de que la solución esté próxima. Uno de los ejes de conflicto es el que vínculo entre la UAR y Sportfive, su agente comercial, relación que, a esta altura de los acontecimientos, se ve absolutamente deteriorada. ¿Habrá divorcio?, es la pregunta, pero existen varios requisitos para poner punto final a un contrato que tiene fecha de vencimiento en diciembre de 2008.
Diego Domínguez, presidente de Sportfive de Argentina, recibió un mail del estudio de abogados de la UAR (Errecondo, Salaverri, Dellatorre, González & Burgio), en el cual le anuncian la rescisión del contrato. Pero como dicho procedimiento no es el correcto, la empresa no lo tomó como valedero y desmintió dicha posibilidad en un comunicado: “Al día de la fecha no se ha recibido notificación oficial alguna por parte de la UAR en relación a la supuesta rescisión contractual. Por ello reafirmamos nuestro vínculo y, por ende, con todos los sponsors, comprometiéndonos al cumplimiento de todas y cada una de las obligaciones…”
Lo concreto es que, como determina el contrato en su cláusula 10, “toda controversia emergente entre las partes, respecto de la interpretación y/o cumplimiento del mismo se someterá a la jurisdicción exclusiva de los Tribunales de París”. Esto significa que, si la UAR, unilateralmente y sin causa, rompe con esta unión comercial, Sportfive irá a un juicio en el cual la demandará por daños y perjuicios, exigiendo una indemnización estimada en 14.000.000 de dólares.
Fuente: Diario La Nación