Mientras los jugadores de la selección francesa esperan detrás de las rejas que se defina su situación procesal por la denuncia de abuso sexual en su contra, el mundo del rugby comenta y analiza el caso registrado en Mendoza. Los medios galos publicaron extensos informes sobre la ya denominada “Gira de la pesadilla”, no sólo por el ataque que sufrió una mujer, sino por el incidente racista en el que se vio involucrado otro integrante de Les Bleus, como se los conoce internacionalmente. (Ver aparte). El debate se inició en el ambiente de este deporte a nivel mundial.
Una mujer de 39 años denunció haber sido atacada por Oscar Jegou (21) y Hugo Auradou (20) en el hotel donde estaba alojada la delegación durante la madrugada del 7 de julio, poco después de que la Selección francesa venciera a Los Pumas en Mendoza.
Según el relato de la víctima, conoció a Auradou en un boliche de esa provincia y luego se trasladaron al hotel. Allí -de acuerdo a su testimonio- habría sido obligada a mantener relaciones sexuales sin protección. El joven la habría violentado y atacado mediante golpes e incluso sufrió un principio de asfixia que le provocó un desmayo. Luego se habría incorporado a la escena Jegou que también la habría atacado.
La justicia de Mendoza, a través de diferentes estudios, confirmaron las lesiones de la víctima. Solicitaron su detención, medida que se concretó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De allí fueron trasladados a la capital cuyana donde fueron acusados de abuso sexual doblemente agravado por la participación de dos o más personas y por acceso carnal.
Los funcionarios judiciales, por cuestiones de seguridad, ordenaron que fueran alojados en un lugar especial y no en una cárcel común. La familia de uno de ellos arribó a Mendoza para conocer en detalles el caso y alquilar una vivienda para que un juez les dicte el arresto domiciliario. El diario “Uno” informó que sería en la vivienda de un country que es propiedad de Federico Guevara, entrenador del club Los Tordos.
El defensor Rafael Cuneo Libarona comenzó a presentar testigos para desacreditar los dichos de los denunciantes. “Seguimos confiando en ellos”, dijo una vez más.
La polémica
En Francia el caso generó una enorme polémica que se extendió a otros países donde el rugby goza de popularidad. Después de oficializarse la acusación en contra de los jóvenes, fue tema central de los principales medios de ese país. Mendoza terminó transformándose en un imán de enviados especiales para cubrir el desarrollo del caso.
También aparecieron las opiniones. Por ejemplo, el ex integrante de “Les Bleus” Alexandre Dumoulin aclaró que no cree “un solo segundo que haya sido como dice la acusación”. “¿Quién puede creer que dos jugadores de 20 años, que vienen de festejar su primera convocatoria al XV de Francia, puedan hacer semejante cosa, sabiendo el contexto mediático y la exposición a la cual se enfrentan? ¡Apoyo total a Hugo y a Oscar que deben estar viviendo una pesadilla!”, afirmó. “Hasta que no se pruebe lo contrario”, los dos jóvenes son presuntamente inocentes”, publicó “La Nación”.
Didier Codorniou, candidato a la presidencia de la Federación Francesa de Rugby y ex integrante del seleccionado de ese país, aprovechó la situación para criticar. “Es un tema delicado y sensible, pero real. Acá hay dos cuestiones: la primera es la discriminación racial y la segunda las violencias sexuales. ¿Cómo sensibilizar a los jugadores a estas situaciones? Primero, ser siempre firmes”, declaró a un medio de ese país.
“Fui manager de los menores de 20 años y viajamos a Argentina. A veces hay que sentir lo que sucede. Con el director de gira asumimos la relación con los jugadores y dejábamos la parte deportiva a los entrenadores. ¿Hubo errores aquí? ¿Había un director de gira? Es complicado, pero hay que tratar esta cuestión en forma radical. El presidente debe asumir su responsabilidad”, agregó.
Un editorial
El “Midi Olympique” es el diario más leído de este deporte. Algunos lo catalogan como una especie de biblia de este deporte a nivel internacional. El sábado publicó un editorial que fue analizado en varios países porque planteaba la necesidad de “lanzar una mirada desilusionada, necesariamente crítica e incluso colérica contra estas historias que se acumulan en el rugby”.
“¿Acaso los rugbiers serían peores que los otros deportistas? Uno se niega a creerlo, soñando siempre secretamente con ese rugby que forma a los hombres de bien, antes de transformarlos en superhombres-estrella. Soñando con esa idea de que las obligaciones inmensamente colectivas de ese juego y su dimensión estratégica no pueden hacer olvidar un espíritu de solidaridad, de ayuda mutua e incluso de inteligencia”. También aclaró que, por los incidentes registrados en la gira de “Les Bleus” por Argentina, ese deseo es “una “ambición utópica”.
El medio especializado consideró además que es hora de reflexionar sobre los mecanismos “nauseabundos” que producen los efectos de grupo. “Durante los terceros tiempos festivos, a veces excesivos, pero que ya no encuentran límites cuando se trata de respetar a los demás. Donde los delirios de superpotencia transforman de golpe a los hombres del día en depredadores de la noche. ¿Acaso fue siempre así? Tal vez. Pero esto no convierte la cosa en más respetable. Y nunca es tarde para cambiar”, se pudo leer en el diario.
“Pase lo que pase, esta secuencia argentina dejará una marca indeleble de sospecha en todo el rugby. Es absolutamente urgente saber por cuál camino este deporte quiere hacer caminar a sus hijos (…) Sobre todo en cuanto a su relación con las mujeres y a los excesos de todo tipo. Sin eso, el rugby perderá lo más caro que tiene: su alma”, finalizó.
Por Gustavo Rodríguez (Diario La Gaceta)