Mientras cambiaba de canal en la televisión, Emele Veivuke se encontró con un partido de rugby. Como no era aficionada al rugby, no le prestó demasiada atención hasta que vio una figura y un rostro familiares. Era su marido.
Sin que ella lo supiera, su marido era un jugador de rugby increíblemente talentoso que jugaba para su selección nacional en un torneo del Pacífico en Samoa ese fin de semana.
Levani Botia, riendo mientras recordaba, explicó que mantuvo su pasatiempo en secreto de su esposa.
Dijo: “Cuando comencé, siempre mantuve mi carrera de rugby en secreto porque no quería que nadie lo supiera”.
“Mi abuelo siempre me decía que tenía que tener cuidado porque jugar al rugby puede traer lesiones, así que lo mantuve en un perfil bajo”.
“Una vez que conocí a mi esposa, me resultó difícil explicarle que jugaba al rugby cuando trabajaba como funcionario en la prisión, así que ella no sabía que a veces salía a jugar al rugby”.
“Así que no necesité explicarle nada hasta que se enteró cuando me vio jugando en la televisión”.
“Una semana tuvimos que ir a Samoa para un torneo. Yo era uno de los nuevos chicos que se unió al equipo. Le expliqué que tenía que ir al oeste de Fiji por trabajo, pero fuimos a Samoa y luego ella se enteró por televisión y me envió un mensaje y me llamó diciéndome que nunca supe que jugabas al rugby”.
“Finalmente le confesé todo y le expliqué”.
La carrera de Botia
Tras confesarle todo a su esposa, la carrera de Botia ha ido mejorando cada vez más y el potente ex centro, hoy jugando como ala, se ha convertido en una de las figuras más reconocidas del deporte.
Botia dijo: “Estoy feliz de estar en este club desde que llegué hace 10 años. A veces siento que es mi hogar, similar a la sensación que tengo en Fiji, ya que he estado aquí durante mucho tiempo; es mi hogar y el de mi familia”.
“Uno de los grandes recuerdos es cuando me uní al club por primera vez cuando estábamos en segunda divisióln de Francia y logramos el ascenso al Top 14. Ha sido un placer venir y unirme a este equipo”.
“Estoy muy feliz aquí y quiero jugar unos años más para que podamos crear más buenos recuerdos con este club”.
“Ganar dos Copas de Campeones consecutivas fue increíble”.
Ambiciones de Fiji
El fijiano pronto cumplirá 36 años; sin embargo, sigue siendo un jugador importante para el equipo de Ronan O’Gara y todavía está abierto a representar a su nación.
El ex internacional de seven de Fiji cree que jugar en la La Rochelle lo ha llevado a un siguiente nivel, con el club apuntando a su primer título Top 14.
Dijo: “O’Gara es un gran entrenador, es inteligente y nos presiona mucho en los entrenamientos y en los partidos, pero a veces, cuando lo escucho, el acento irlandés puede resultarme difícil, lo cual a veces es gracioso”.
O’Gara ha creado un fuerte sentimiento de camaradería en torno al club situado en el Golfo de Vizcaya, lo que ha impulsado al club a conversar sobre la obtención del título año tras año.
Esta atmósfera ha sido perfectamente resumida por un hombre, según Botia.
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