El equipo dirigido por Andy Farrell dejó en claro que va en serio. A pesar de que en la primera mitad los locales dominaron el territorio y el manejo de la pelota, la contundencia fue toda de los visitantes. Tries de Dan Sheehan, Tomos Williams y Elliot Daly le dieron a los Lions una ventaja de 21-7 al descanso, con el experimentado Nic White aportando el único festejo para el Force.
Pero lo mejor —o lo peor, desde la perspectiva australiana— estaba por venir. En el complemento, los Leones desataron su poderío ofensivo y fueron una verdadera aplanadora. Tomos Williams, que había brillado en la primera parte, anotó un segundo try tras una gran escapada, aunque su noche terminó en forma preocupante tras salir lesionado minutos después.
Garry Ringrose, el gigante Joe McCarthy, un segundo apoyo de Daly y el cierre de Alex Mitchell terminaron de sellar una actuación categórica que llevó a los Lions a superar la barrera de los 50 puntos.
Este primer paso en tierras australianas no solo dejó un resultado abultado, sino también un mensaje claro: el equipo británico e irlandés llega decidido a dejar huella en esta gira, que marcará su camino hacia la esperada serie de Test Matches frente a los Wallabies.
Formaciones
Western Force (7): Donaldson, Grealy, Proctor, Stewart, Pietsch, Harford, White (capt); T Robertson, Paenga-Amosa, Hoskins, Carter, Swain, Harris, Champion de-Crespigny, Ekuasi.
Suplentes: Horton, Pearce, Tauakipulu, Faifua, Prinsep, H Robertson, Burey, Kuenzie
Try: White
Conv: Donaldson
British Lions (54): Daly, Hansen, Ringrose, Tuipulotu, Lowe, Russell, Williams; Schoeman, Sheehan (capt), Furlong, Cummings, McCarthy, Beirne, Van der Flier, Pollock.
Suplentes: Kelleher, Porter, Stuart, Chessum, Conan, Mitchell, Jones, M Smith
Tries: Sheehan, Williams 2, Daly 2, Ringrose, McCarthy, Mitchell
Conv.: Russell 5, M Smith 2
Referee: Ben O’Keeffe (Nueva Zelanda)
Asistentes: Paul Williams (Nueva Zelanda), James Doleman (Nueva Zelanda)
TMO: Marius van der Westhuizen (Sudáfrica)