En el inicio de una nueva era bajo la conducción de Ross Filipo, los Māori All Blacks mostraron toda su potencia ofensiva y se llevaron una victoria contundente por 53-20 ante el Japan XV en Tokio.
El partido, disputado en el estadio de rugby Chichibunomiya, tuvo dos caras bien distintas. Al término de la primera mitad, el equipo neozelandés se encontraba abajo 17-15, tras un inicio de partido parejo y con dominio alternado.
Sin embargo, el complemento fue todo para los visitantes. Con seis tries en los segundos 40 minutos y un parcial de 38-3, los Māori All Blacks desataron su mejor versión, jugando a un ritmo que el equipo japonés no pudo seguir.
El segunda línea Laghlan McWhannell abrió el marcador en el segundo tiempo, poniendo por primera vez en ventaja a los neozelandeses. Aunque un penal de Sam Greene acercó momentáneamente al conjunto local a solo dos puntos, a partir de ahí todo fue un monólogo del equipo de Filipo.
Esta victoria marca un arranque ideal para el nuevo ciclo de los Māori All Blacks, mientras que para Eddie Jones y su Japan XV quedará mucho por corregir de cara a los próximos compromisos internacionales.