Japón, dirigido por Eddie Jones, comenzó con todo: try del hooker Hayate Era a los 4 minutos y ventaja de 10-0 en el primer cuarto de hora. Pero Fiji reaccionó con un vendaval ofensivo: tries de Mesake Vocevoce, Eroni Mawi, Inia Tabuavou y el capitán Tevita Ikanivere en apenas 20 minutos. El cierre del primer tiempo llegó con la genialidad de Joji Nasova, elegido jugador del partido, para el 26-10 parcial.
En el segundo tiempo, Fiji estiró diferencias con otra conquista de Nasova, pero Japón nunca bajó los brazos. Con tries de Nakakusu y nuevamente Era, más la puntería de Seungsin Lee, los Brave Blossoms se acercaron peligrosamente. Incluso, la indisciplina fijiana —dos amarillas— mantuvo abierta la definición hasta el final.
El capitán fijiano Tevita Ikanivere valoró el esfuerzo colectivo: “Superamos a un equipo difícil que nos presionó en la segunda mitad. Estoy orgulloso de cómo defendimos en inferioridad”.
Por su parte, el entrenador Mick Byrne destacó la templanza del grupo: “Nada fue fácil, pero los muchachos mostraron carácter para cerrar el partido y quedarse con el título”.
Del lado japonés, Warner Dearns reconoció: “Les permitimos escaparse demasiado en el primer tiempo. La reacción fue buena, pero no alcanzó”.
Con este resultado, Fiji confirma su hegemonía regional y reafirma su potencial rumbo a los próximos compromisos internacionales. Japón, en tanto, se lleva valiosas lecciones con un plantel joven que promete seguir creciendo bajo la conducción de Eddie Jones.