El ambicioso proyecto R360, una nueva competición internacional que promete revolucionar el rugby profesional, comenzó a generar polémica antes de su lanzamiento.
La Asociación Internacional de Jugadores de Rugby (IRPA) advirtió a los rugbiers interesados en unirse a esta liga que busquen asesoramiento legal antes de firmar cualquier contrato, ya que el torneo aún no cuenta con la aprobación de World Rugby.
Según los organizadores, R360 ofrecerá contratos millonarios y un calendario reducido, con equipos que competirán en distintos eventos alrededor del mundo.
El proyecto afirma haber alcanzado acuerdos con unos 200 jugadores masculinos, además de haber hecho ofertas a figuras destacadas del Mundial Femenino 2025 en Inglaterra para una competencia paralela.
Sin embargo, desde la IRPA —que nuclea a sindicatos de jugadores de países como Inglaterra, Francia, Australia y Nueva Zelanda— emitieron un comunicado pidiendo cautela: “La información detallada sobre la competición sigue pendiente y actualmente no cuenta con aprobación regulatoria de World Rugby. Se anima a los jugadores a consultar con su asociación o un asesor legal antes de firmar cualquier contrato”.
R360 busca ratificación oficial de World Rugby, algo que podría definirse recién a mediados de 2026.
Para conseguirla, deberá cumplir con las reglas de liberación de jugadores para las ventanas internacionales, lo que complica su calendario, especialmente por la superposición con competencias como el Rugby Championship y la WXV Global Series femenina, ambos previstos también para octubre.
Pese a ello, un portavoz de R360 aseguró que el proyecto sigue firme: “Nuestra serie global prioriza a los jugadores. Seguiremos colaborando con IRPA y otras partes interesadas. Queremos mostrar el talento masculino y femenino y contribuir al crecimiento del rugby”.
Los organizadores sostienen que el nuevo formato permitirá generar ingresos que no se aprovechan en las estructuras tradicionales de clubes y selecciones.
No obstante, varias uniones nacionales —entre ellas Inglaterra y Nueva Zelanda— mantienen políticas que solo permiten convocar a jugadores de sus ligas domésticas, lo que podría dejar fuera del rugby internacional a quienes opten por R360.
El surgimiento de R360 plantea una nueva tensión entre la búsqueda de mayor rentabilidad y exposición global y la estructura tradicional del rugby regulado por World Rugby.
La próxima temporada será clave para definir si este proyecto logra consolidarse o si queda como otro intento frustrado de desafiar el statu quo del deporte.